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"Me voy sin resentimientos": El Bala

Lunes, 13 Feb 2023    Monterrey, N.L.    Martín Banda | Foto: Archivo   
Adame comenta los detalles de su despedida en Monterrey
A sus 39 años, el regiomontano Juan Antonio Adame considera que ha llegado el momento de cerrar el círculo como matador de toros, por lo que la corrida del próximo 17 de febrero en la Monumental Monterrey será su última actuación de esta brillante etapa vestido de luces. 

Y lo hará como director de lidia, alternando con el peruano Andrés Roca Rey, que reaparece, y del debutante lagunero Arturo Gilio, en la lidia de un encierro de Bernaldo de Quirós. Sincero y claro en sus palabras, sin rodeos, el espigado torero nacido el 2 de octubre de 1983, afirmó que para él no tiene tintes de despedida. 

"Las despedidas son para las figuras de toreo. Yo no, simplemente para mí será bonito cerrar el libro de mi vida como matador de toros. Figuras… Eloy, Martínez, Curro, ellos sí. A uno no le toca más que cerrar el libro de una carrera con toda la honestidad del mundo", dijo. 

Adame aseguró que, a base de andar tantos años en la brega, desde niño, "el cuerpo también se cansa". Estoy enfocado en otras facetas dentro del toro. Ya el 17 en la noche no sé cómo vaya a reaccionar mi cuerpo, ya que por mi mente no había pasado eso de decir "ya no me voy a vestir de torero".. 

Desde hace tiempo que Juan Antonio, además de ser uno de los tentadores oficiales de la Casa Bailleres, también se enroló como maestro de la Escuela Taurina de Espectáculos Monterrey, en la ciudad de Aguascalientes y, posteriormente, pasó a ser apoderado de los toreros de la misma empresa. 

"El retirarme más bien es cerrar el libro y estar contento con lo que pude hacer. Fueron alrededor de casi 200 festejos en 20 años de matador de toros y me voy con la frente en alto porque mi carrera la puedo considerar de una manera muy digna. 

Gracias a Dios tuve la fortuna de alternar con grandísimas figuras del toreo y también quedarme en el ánimo del público que siempre me vio como un torero con esa capacidad y que pudiera lograr triunfar ante las figuras, siempre fue bonito", señaló. 

El regio apuntó que al final ya son 20 años de andar en los ruedos y que hay toreros jóvenes de reciente alternativa que vienen ‘comiéndose el mundo’ y de ellos son las nuevas oportunidades. "Uno tiene que buscar otros caminos. Yo estoy agradecido porque el camino que yo he encontrado es de la mano del toro que, al final, es lo que siempre soñé de niño". 

De su carrera, muchos aficionados piensan que le faltaron oportunidades, pero él mismo asevera que sí las tuvo, pero que le faltó suerte en esas tardes y continuidad. 

"Sí, sin duda sí me pesó el hecho de no haber podido ir otras tardes a la México, lógicamente toreando alguna otra tarde, yo sabía que me podía enredar con otro toro que me diera la oportunidad de expresarme y hubiera cambiado el tema.  

No te digo que para ser figura del toreo, que es algo muy complicado, pero sí a la mejor haber retomado ese camino del que hablamos". 

Su confirmación en La México, con César Rincón de padrino, fue rara. Entre lluvia y un toro despitorrado en el último tercio, no pasó nada. Hubo otras tardes en las que el juez no concedió la oreja y hasta un Jueves Taurino, que pasó de noche. Así se fueron ocho años sin repetir en el coso de Insurgentes. 

"Salían y salían toreros y sí me pesó eso, en esos ocho años yo igual toreaba en Monterrey y me ponían con figuras y podría triunfar, pero al final siempre faltó México y eso fue haciendo las cosas un poco más complicadas.  

Al final pasan los años y tienes qué buscar la vida en otros menesteres y tienes que descuidar lo que es tu profesión. No lo veo como queja, así me tocó vivirlo, no hay ningún resentimiento. Si fueron oportunidades o no fueron oportunidades, sé que la gente que menciona el nombre de Juan Antonio Adame sabe la capacidad que Dios me dio para ser torero. Estoy muy agradecido con el toro porque al final sigo viviendo del toro, porque eso es algo muy bonito y que no se puede decir tan fácilmente". 

Y ahora como apoderado de toreros, Juan Antonio abre una nueva etapa de la que se está encariñando. 

"Uno estaba acostumbrado a vestirse de torero y a tratar de estar cumbre en el ruedo y triunfar ante los maestros que tuvimos oportunidad de alternar, pero en esta otra faceta ya te topas en los sorteos con monstruos del toreo, ahora apoderados, que fueron figurísimas del toreo.

"Es muy bonito porque en ese punto tenemos que dar nuestros puntos de vista y es muy bonito cuando están los maestros de acuerdo con tu punto de vista. Tienes que aprender mucho de ellos. Es una responsabilidad muy grande, uno tiene que ponerse en las zapatillas del torero que vas representando, porque sabes lo que se juega, en este caso su vida, su futuro y el crecimiento para que lleguen a ser figuras del toreo; es una responsabilidad, pero lo asumo con todo el corazón de que las cosas me salgan bien", agregó. 

Por último, comentó que no tiene pensado cortarse la coleta la noche del 17, en su última actuación vestido de luces en la Monumental Monterrey. 

"No tengo intenciones de cortarme el añadido, por respeto a los maestros y respeto a mi profesión. Para mí es bonito cerrar el libro y con esa felicidad que te da el triunfo. Lo de la coleta no es algo que me quite el sueño, lo que estoy soñando es que sea una noche bonita, que pueda cuajar mis toros y que pueda salir a hombros, es lo que estoy soñando", finalizó. 

Pero te tocarán "Las Golondrinas"… "Eso sí, habrá qué aguantar. Así si lloro, nomás no se vayan a reír", dijo con su acento norteño.


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