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Dos historias paralelas en una misma corrida

Sábado, 14 Ene 2023    CDMX    Juan Antonio de Labra | Foto: Hidalgo           
Arturo Macías cortó la única oreja concedida hoy en Texcoco
La historia de la corrida de hoy en Texcoco no era sólo explícita, sino también tenía otra implícita que provocaba mucha curiosidad. Por una parte, el esfuerzo de la empresa de Pedro Haces por hacer Fiesta, dar puestos de trabajo y paliar, en gran medida, el cierre de la Plaza México. Por otra, la presentación "en público" de la flamante Asociación de Picadores y Banderilleros, que hoy envió cuadrillas para la terna conformada por Arturo Macías, Arturo Saldívar y Fermín Espinosa "Armillita IV".

Y en medio de estas dos noticias, asimismo había generado interés ver una corrida de toros del hierro de José Arroyo, casi desconocido para la mayoría, por ser una ganadería de las llamadas “cortas” que lidia esporádicamente, y casi siempre en novilladas y festivales. Así que el interés estaba servido en una época cargada de incertidumbre, con muchos toros en la provincia, pero nada de nada en la plaza grande de la capital.

De lo estrictamente taurino habría que destacar la nobleza del encierro, al que le faltó un punto de fuerza, pero en el que saltaron varios toros de armoniosas hechuras que dejaron hacer el toreo. Y salvo el complicado segundo, los demás, incluido el de regalo, que se partió un pitón, dejaron buenas sensaciones entre los profesionales, sobre todo tratándose de una divisa que está en proceso de consolidación.

De lo otro, lo del asunto de las cuadrillas, había curiosidad por ver a unos "desconocidos" vestidos de luces, y a ver qué eran capaces de hacer delante del toro, que, finalmente, es el que suele poner a todo mundo en su lugar.

Y si bien es cierto que el subalterno que se llevó la tarde fue el veterano y gran picador Ricardo Morales, que atiente al conocido mote de "El Güero de la Capilla", y que siempre militó en la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, otros elementos de los que actuaron hoy en Texcoco mostraron aptitudes y buena disposición para estar en la cuadrilla de cualquier torero, como fue el caso del banderillero yucateco José Ventura, que estuvo solvente con el capote y regio con los palos.

De los demás toreros de plata, el picador Martín Vázquez "El Charro", dejó entrever una intuición natural para aguantar la reunión, y cuando parecía que se iba a la arena en el puyazo al sexto toro, se mantuvo firme sobre la montura e hizo gala de buena rienda en el momento en que el caballo de la cuadra de Jorge Delijorge (que ya cambió el otro por la plata y hoy también toreó), terminó por dar un puyazo arriba que causó admiración.

Alrededor de estos sucesos, coreados por un público que, conforme avanzó la tarde, fue poblando los tendidos de la plaza "Silverio Pérez", habría que destacar la encomiable actitud de Arturo Macías y su afán de hacerle fiestas a los toros, independientemente de su condición.

Y si al primero de la tarde, que parece le afectó mucho el fuerte golpe que se dio en un burladero de salida, le hizo una faena esforzada, procurando darle tiempo y distancia, al noble cuarto lo recibió con tres largas cambiadas de rodillas en distintos terrenos.

Consciente de estar delante de un público que venía a exigir, Macías le plantó cara con determinación en una faena alegre, de las suyas, que incluyó el toreo espectacular de rodillas, tanto en el inicio del trasteo como al final, y unas series de naturales tersos y templados que agradaron mucho a una concurrencia que disfrutó el espectáculo del hidrocálido mientras la banda de La México interpretaba la famosa "Pelea de Gallos".

Tanto la estocada al primer toro, como ésta al cuarto fueron enteras, pero igualmente desviadas, con esa tendencia técnica que aún no ha podido corregir para que la puntería del acero haga más daño. Y esa falta de tino impidió un triunfo más rotundo a cargo de Arturo, que se tuvo que conformar cuando el toro tardó en doblar. De cualquier manera, ahí dejó de manifiesto el bueno momento por el que atraviesa y ese carácter indómito que ha sido una constante a lo largo de su carrera en estos 17 años como matador de toros.

Armillita bosquejó algunos buenos detalles con el tercero, un toro hondo, y bonito de lámina, como algunos otros del encierro de Pepe Arroyo. Sin embargo, aquello no terminó de romper y su intento pasó inadvertido. Pero en el sexto, que tuvo nobleza, el nieto del maestro mostró sus avances y se gustó para hacer una faena de menos a más en la que, poco a poco, se fue compenetrando con las embestidas y aprovechó la bondad del morito para dejar buenas series por el pitón derecho.

Descarado delante del toro y con más conexión frente al público, Fermín hizo crecer la faena y toreó con buen aire, templando las embestidas con su consabido buen concepto del toreo hasta el final, antes de rematar su labor con otra buena estocada, como la que había recetado al tercero, pero que, por la falla del puntillero (en este caso Delijorge, que oficio como tal en toda la corrida, apuntillando en algunos casos "a la española", por delante, y otros a "la mexicana", por detrás), lo que pudo ser el corte de una merecida oreja se quedó en división de opiniones tras aviso.

De cualquier manera, ahí queda lo hecho por el toreo de dinastía en una tarde más de su incipiente temporada 2023 en la que, en las próximas semanas, tendrá actividad en otras plazas de la provincia mexicana.

El que tuvo el santo de espaldas fue Arturo Saldívar, que en primero término lidió al lunar del encierro, un toro que se defendió y no tuvo un pase. El quinto tampoco se prestó al lucimiento, ya que, aunque tenía voluntad de embestir, parecía que estaba lastimado de una mano, mientras que el de regalo, que apuntaba cosas buenas, se partió un pitón cuando la peonaría lo cerró en tablas tras el brindis al público.

De esta guisa, tuvo que rumiar su amargura a pesar de que, con ese último toro de la corrida, consiguió algunos pasajes dignos que fueron del agrado de la gente que hoy acudió a ver toros a Texcoco y con tres corridas más en puerta para los próximos sábados por venir.

Ya veremos a ver cuánta gente viene a ver a los jóvenes espadas del siguiente cartel, que está conformado por Juan Pedro Llaguno (que en la pasada Feria de Zacatecas estuvo muy bien), André Lagravere "El Galo", Héctor Gutiérrez e Isaac Fonseca, que actuarán por vez primera juntos en su faceta de matadores de toros, ante el encierro de Vistahermosa, la ganadería del creada por el extinto –y ganadero señor– don Jorge Barbachano.

Ficha
Texcoco, Méx.- Plaza "Silverio Pérez". Primera corrida del serial "¡Sí a los toros!". Más de dos tercios de entrada, en tarde soleada y fresca. Siete toros de José Arroyo (el 7o. como regalo), bien presentados, varios de armoniosas hechuras, de juego desigual, de los que sobresalieron 4o. y 6o. por su nobleza. Pesos: 490, 505, 530, 490, 530, 500 y 490 kilos. Arturo Macías (sangre de toro y oro): Palmas y oreja. Arturo Saldívar (lila y oro): Silencio en su lote y palmas tras aviso en el de regalo. Fermín Espinosa "Armillita IV" (azul noche y oro): Palmas tras aviso y división tras aviso. Incidencias: Destacó en varas Ricardo Morales "El Güero de la Capilla", que picó muy bien al 2o., y saludó una gran ovación.  Y en banderillas, José Ventura, que lo hizo clavó con arrojo en ese mismo toro. El 7o. se partió el pitón derecho tras haber sido cambiado el tercio.


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