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Saldívar se reivindica y Sánchez se sublima

Viernes, 16 Sep 2022    ZAC, Zac.    Juan Antonio de Labra | Enviado          
El primero cortó dos orejas y el segundo cuajó un toro con la zurda
Arturo Saldívar se reivindicó hoy en la Monumental Zacatecas, donde cortó dos orejas a un toro de regalo, perteneciente a la ganadería de Guadiana, que fue alegre y dio muy buen juego, para cerrar a tambor batiente una corrida muy entretenida en la que su paisano, Juan Pablo Sánchez, cosechó sendas orejas y lo acompañó en la salida a hombros en medio de la algarabía del público, que hizo una mejor entrada que en tardes pasadas.

Y este triunfo le favoreció porque no había sido considerado para torear en la feria, y de pronto su nombre apareció en otra de las fechas estelares del calendario taurino, que en esta tierra se celebra por todo lo alto porque las Fiestas Patrias tienen una gran significación.

A la par de Saldívar, Juan Pablo tuvo una tarde importante porque abrió boca con una faena de nota alta, al primer toro de su lote, un ejemplar al que toreó con suavidad y temple con la muleta en la zurda, en largos naturales en los que acarició la noble embestida de un toro al que buscó desengañar, pues por el pitón derecho solía puntear y no era fácil de meter en los vuelos de la muleta.

Pero con la izquierda se recreó en tandas de magnífico acabado, abrochadas con largos pases de pecho, gustándose en todo momento y haciendo bien las cosas, ante un público cariños que le jaleó con fuerza los muletazos.
La concisión de la faena fue otro factor decisivo para enmarcar su redondez, y como mató de una estocada entera de efectos rápidos, cortó la primera oreja de la tarde.

El cuarto fue un toro de buenas hechuras, más bajo y reunido, mejor hecho, que terminó por embestir con docilidad a las telas de Juan Pablo, que volvió a estar centrado y madura desde que se abrió de capote, en una nueva demostración del excelente momento por el que atraviesa. Una estocada de buena ejecución le puso en las manos las segunda oreja, pasaporte hacia la Puerta Grande, de una plaza donde ya sabe lo que representa triunfar.

Saldívar había comenzado la tarde cuesta arriba, delante de un toro hondo, con cara y diversas complicaciones que no alcanzó a solventar, ya que el de Guadiana miraba mucho y fue sumamente exigente con el hidrocálido, que tiró por la calle del medio con muleta y, sobre todo, con la espada, al verse imposibilitado de guiar las descompuestas embestidas del toro.

Al quinto, que era bajito y de agradables hechuras, lo toreó bien con el capote y le hizo una faena de recursos, animoso y entregado, sabedor de que sus compañeros de terna ya habían triunfado y era muy relevante darles la réplica. 
Los pasajes más lucidos de su actuación fueron cuando toreó en corto, sacándose al de Guadiana por la espalada en un par de ocasiones, a lo largo de una faena de recursos que caló entre la gente. Pero como no estuvo fino con la espada, se tuvo que conformar con una vuelta al ruedo.

Ya en el tercer ejemplar de la tarde, Sergio Flores había estado empeñoso, buscándole las vueltas a un toro que no se entregaba. A pesar de ello, le hizo fiestas y como lo despenó de una estocada entera y sumamente eficaz, se le concedió una oreja y así fue como mantuvo su racha en una plaza que ha sido un talismán en su carrera.

El sexto era un toro largo, con kilos, pero de cornamenta capacha que no gustó a la gente y que lo protestaron de salida. Una vez en el tercio de varas, el de Guadiana empujó al picador con bravuconería y fuera, pero nunca se entregó en la muleta y Sergio se vio obligado a torearlo por la cara para quitárselo rápidamente de enfrente, pues a esas alturas de la faena cortaba el viaje.

En este décimo aniversario de alternativo, Flores tuvo que tragarse la hiel de no haber redondeado el triunfo para haber salido a hombros, y quizá el error fue no haber enlotado a "Tequilero", que fue el de regalo de Saldívar, que hubiese venido mejor incluirlo en el lote regular que dejarlo como sobrero.

Y cuando Sergio concluyó con la lidia del sexto, la gente se quedó un tanto frustrada, quizá esperando que pasaran más cosas en el ruedo, así que se alegró enormemente cuando Saldívar anunció el regalo del séptimo ejemplar de la entretenida jornada taurina.

Por un instante reinó la confusión, ya que el regalo ofrecido por Saldívar se hizo fuera de tiempo, ya cuando la corrida había terminado, y el juez Manuel Esparza indicó que era improcedente. Pero había tal entusiasmo en el tendido, que no quedó más remedio que ser flexible y echar pa’lante con el regalo que, a final de cuentas, vino a devolver la alegría al tendido.

Y es que "Tequilero" fue alegre desde que apareció en el redondel y tuvo la virtud de lo bueno del encaste San Mateo-Llaguno: ir a más. Y a al par fue la faena del hidrocálido, que se arrebató con raza cobijado por los acordes de la "Pelea de Gallos", interpretada por la Banda de Fresnillo que vino como invitada a amenizar el festejo en presencia de la Banda Sinfónica del Estado, con la que se alternó en distintos pasajes de la corrida.

Entregado, en los medios, cuajó una soberbia tanda de naturales con la mano derecha, en los que hubo acompañamiento de pecho y cintura y un clásico estilo en su fina ejecución, antes de abrochar el trasteo con unos muletazos cargados de reciedumbre, en los medios, en los que toreó con garra, lo mismo en las ajustadas bernardinas finales que calentaron el ambiente.

Consciente de que tenía el triunfo en la punta de la espada, se volcó sobre el morillo de "Tequilero" con tal determinación, que colocó una estocada entera, un tanto trasera, que hizo rodar al toro sin puntilla, y el entusiasmo se desbordó para que le entregaran dos merecidas orejas y se ordenara el arrastre lento para el toro.

Con esa imagen final de Juan Pablo y Arturo a hombros, y el deseo de que en estados dos últimas fechas que aún faltan por celebrarse, más público se acerque a la Monumental Zacatecas a disfrutar de un ciclo que ya está en su recta final y que mañana ofrecerá una oportunidad a los zacatecanos Antonio Romero, Luis Ignacio Escobedo y Ángel Espinoza "Platerito", quienes lidiarán un encierro de Pozohodo.

Ficha
Zacatecas, Zac.- Plaza Monumental. Octavo festejo de feria. Más de un tercio de entrada, en tarde de clima cambiante, mayoritariamente nublado. Toros de Guadiana, desiguales en hechuras, de juego variado, de los que destacaron 1o. y 7o. por su calidad, a la postre premiado con arrastre lento. El 6o. fue pitado por su cornamenta capacha y resultó complicado. Pesos: 467, 497, 505, 469, 464, 494 y 460 kilos. Juan Pablo Sánchez (acero y azabache): Oreja y oreja. Arturo Saldívar (azul noche y Plata): Silencio, vuelta tras petición y dos orejas.
 ergio Flores (obispo y oro): Oreja y pitos. Incidencias: Sobresalió en banderillas Alejandro Prado, que saludó en el 1o. Fermín Quirós, que lidió con temple al 2o. Y en varas, Héctor Delgado "El Ruso", que picó muy bien.


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