Otra noche inolvidable fue la del martes 13 en la penúltima actividad del programa cultural taurino cuyo escenario ha sido la sala  de exposiciones temporales del museo Universo Pedro Coronel. El titulo era sugestivo, "Ganaderos-Rancheros, un trabajo de tiempo completo" en donde tres ganaderos de reses bravas se abrieron de capa para evocar grandes momentos de sus vidas como criadores del toro de lidia.

Sergio Lomelí de Corlomé, Fernando Topete de Rosas Viejas y Trincheras y Gilberto Castorena de Campo Grande dieron respuesta a cada una de las preguntas formuladas por un hombre que sabe y conoce del toro mexicano, Juan Antonio de Labra.

A lo largo de la tertulia se escucharon tres voces, tres diferentes maneras de expresar su profunda emoción y cariño por la fiesta brava y en especial por el rey de la fiesta como lo debe ser el toro.

Tres testimonios de preocupación por los complejos problemas que se tienen que afrontar a lo largo de muchos años para sacar adelante las diferentes "camadas" y de manera especial  coincidencias en lo difícil de la  manutención del ganado incluyendo de manera muy importante la pandemia que afectó a todas las ganaderías mexicanas desde el 2020.

Tres diferentes formas de hacer frente al problema de la falta de agua, sobre todo en la época de "secas" y que ponen a prueba la capacidad de organización del ganadero y su gente muy cercana. Tres momentos de silencio cuando los señores ganaderos Sergio Lomelí de Corlomé, Fernando Topete de Rosas Viejas y Trincheras y Gilberto Castorena de Campo Grande guardaron silencio en sus respectivas charlas por algunos segundos y con la voz entrecortada por la emoción compartieron al auditorio íntimas satisfacciones por éxitos logrados en sus respectivas dehesas.

Tres coincidencias al referirse a sus trabajadores, vaqueros y caporales como personajes muy cercanos a ellos y a sus sus familias ya que gracias a su trabajo y habilidades se han ganado la confianza, el respeto y el cariño.

Tres testimonios de gente de campo, de rancheros que día a día se ilusionan con alegría  y esperanza para montar a caballo, acudir a los potreros, observar  a las vacas, novillos y toros, interesarse en los pastizales y admirar de paso la flora y la fauna en sus hermosos y a veces duros y agrestes terrenos. Tres anhelos para que ahora los hijos de  los señores Lomelí, Topete y Castorena se hagan cargo de las ganaderías y de ser factible superen lo hecho por el abuelo y el padre, según sea el caso.

 Corlomé

Con una enorme sencillez en sus palabras, don Sergio Lomelí además de  recordar  a  su padre  relató  el origen de la dehesa fundada en 1938 en la ex hacienda de Chinampas, en el municipio de Ojuelos, Jalisco, la separación de los Cortina, la  relación muy cercana con los señores Madrazo ganaderos de La Punta y Matancillas, los años difíciles en el campo por la falta de agua, la siembra  de alfalfa destinada y otros asuntos de interés.

Con estudios profesionales de Agronomía, don Fernando Topete es todo un personaje en el ámbito ganadero, quien fundó su casa ganadera en el año de 1984, en el municipio de Encarnación de Díaz, Jalisco. Con fluidez y muy expresivo recordó su amistad y vecindad con Rafael Rodríguez "El Volcán de Aguascalientes", Tere Arellano su esposa y el diestro de Linares Nuevo León, Humberto Moro.

Hubo un momento de  recuerdos en muchos de los  asistentes cuando mencionó el ingeniero Luis Manuel Ruiz Barrios, el ganadero de Presillas, sangre Jesús Cabrera, quien vendió 32 vacas y seis sementales a la incipiente ganadería.

A pregunta expresa de Juan Antonio de Labra sobre cuidados al rancho ganadero y producción de diversos productos, Topete afirmó que se tienen muchos problemas pero hay que resolverlos, destacó la revitalización de los "pastizales" y desazolvar bordos cercanos a la plaza de tienta que permitieron al final de los trabajos poder almacenar agua para un año de consumo a los animales.

Respecto a sembradíos se refirió al maíz como único cultivo destinando para ello un total  de 120 hectáreas. Hizo alusión a la familia, a los trabajadores como parte de ella mencionando, de manera especial, a uno de  sus hijos  presente en la Tertulia quien ya tiene  a su cargo diversas responsabilidades en las ganaderías.

El apellido Castorena tiene un nombre y un prestigio de muchos años en la tierra hidrocálida, Gilberto, egresado del ITESM de Monterrey como Ingeniero Mecánico Electricista supo incursionar en la ganadería de reses bravas siguiendo el ejemplo de su abuelo. Hubo un momento muy importante  en el nacimiento de Campo Grande, espacio hidrocálido que data de 1979, cuando a través de un buen amigo se concertó una entrevista con don Alberto Bailleres quien le vendió 20 vacas y un semental de San Miguel  de Mimiahuapam.

Previamente, Gilberto había adquirido un pequeño terreno y con muchas ilusiones arrancó la dehesa para que en l992, hace 30 años en su presentación en un coso taurino, actuaron Antonio Lomelín, Curro Rivera y Mariano Ramos quienes tuvieron una gran tarde cortando cinco orejas y un rabo.

Otra fecha imborrable es en 1997 cuando Julián López "El Juli" indultó a "Insurgente" en Aguascalientes. También se refirió a los problemas por la falta  de agua reconociendo que  en la época de "secas" había  que compra el agua suministrada a través de pipas. Finalmente elogió el esfuerzo y compromiso de sus  hijos quienes son sus trabajadores mostrando una gran inclinación al proceso de enseñanza.

La reflexión final al respecto de la labor de cada uno, fue su gran pasión por el toro y el campo, así como la importancia de preservar la bravura y tratar de hacer que el toro provoque emoción y la gente regrese a las plazas.