Tras superar el empleo de dicho artilugio, que, como informaba en una entrevista anterior, no se había quitado para nada, ahora solamente usa uno flexible algunas pocas horas al día para reforzar esa inmovilidad que lo mantuvo en reposo absoluto los primeros días y ya más relajado en éstos últimos, en los que aprovechó para convivir son su familia que lo acompaña en España.

"Por fin me quitaron el collarín el martes pasado, cuatro semanas después de la corrida de Madrid, así que me encuentro motivado y contento de haber superado esta prueba que, al cabo de los días, me sigue dando satisfacciones por la credibilidad que gané ante los profesionales. Las muestras de cariño y solidaridad se han ido multiplicando y eso fue reconfortante para mi ánimo", comentó en una cafetería cercana a la plaza de Las Ventas, donde reside cuando está en Madrid.

Desde el miércoles anterior comenzó a hacer ejercicio a un ritmo moderado y a ensayar el toreo de salón, pues es consciente de la gran responsabilidad que tiene por cumplir en la plaza de Pamplona, donde hará su debut en la feria con la cual se va a celebrar el centenario de uno de los cosos más emblemáticos de España.

Y aunque sabe que matar una corrida de José Escolar no es tarea fácil, sobre todo después de ver el complicado juego de sus toros en la Feria de San Isidro de Madrid, torear en Pamplona le hace ilusión porque es una feria en la que todos los ojos del mundo taurino están puestos varios días consecutivos. Ahí está anunciado el sábado 9 de julio compartirá créditos con Javier Cortés y Rubén Pinar.

"En estos días, mi apoderado en España, el empresario Alberto García, ha estado cerrando algunos contratos además del que ya tenía en Almendralejo para el 15 de agosto, y aunque de momento son pocas las corridas que tengo en la agenda, estoy motivado de tener oportunidades de torear en algunas plazas que ya he pisado en años anteriores", afirmó.

Después del compromiso de Pamplona, el torero hidrocálido hará el paseíllo el miércoles 10 de agosto en Huesca, al lado de Antonio Ferrera y Jorge Isiegas, con toros de Antonio Bañuelos. El lunes 15 se presentará en Almendralejo, donde estoqueará una corrida de Victorino Martín en compañía de José Garrido y Manuel Perera.

A finales del mes de agosto, el sábado 27, actuará en Arenas de San Pedro (Ávila), con Manuel Díaz "El Cordobés" y Cayetano, para dar cuenta de un encierro de María Loreto Charro Santos, mientras que el lunes 5 de septiembre está anunciado en Daimiel (Ciudad Real), con Curro Díaz y Rubén Pinar, con toros por definir.

"Alberto está en conversaciones con otras empresas, así que espero que se abran otras puestas y pueda terminar la temporada con más corridas toreadas en este año de mi reaparición en Europa luego de tres años de ausencia. Estar aquí, como lo he hecho desde los 14 años, siempre es un aliciente para mí y eso me ayuda a mantenerme mentalizado para lo que venga", dijo.