Meritoria oreja de Pastor en Aguascalientes
Realizó una lidia completa e interesante y dejó un grato sabor de boca
Con una actuación vibrante y torera, José María Pastor cortó una meritoria oreja hoy en Aguascalientes y así devolvió el entusiasmo a una tarde que transcurría cuesta arriba debido al escaso juego de los toros de distintas ganaderías en el marco de la séptima jornada sanmarqueña.
Con tres largas cambiadas de rodillas, Pastor dio la bienvenida a "Cholín" de San Isidro, al que también le hizo un vistoso quite por gaoneras y, posteriormente, cubrió un segundo tercio vibrante en el que destacó el segundo para en el que se dejó llegar los pitones al chaleco y salió apoyado en los palos.
La corrida hasta el momento estaba a la espera de un trasteo que entusiasmara en los tendidos, y llegó cuando José María Pastor comenzó su faena de rodillas, llevando al toro de esa manera hasta los tercios. Luego, una primera tanda por el derecho que caló fuertemente en el ánimo de la afición. Y cuando parecía que aquello iría a más, porque el de San Isidro había embestido con nobleza y movilidad en esos primeros compases del trasteo, de pronto se rajó y comenzó a salir suelto de la muleta.
Así que José María lo llevó de nueva cuenta al terreno de los tercios, pero el toro, ya rajado, volvió a tablas, donde el torero de dinastía le plantó cara para hacerle una faena de recursos, logrando incluso un par de tandas de buen acabado, antes de optar por abreviar cuando el de San Isidro ya no daba juego. Se volcó sobre el morrillo para dejar una estocada entera, y así fue como se hizo acreedor de una oreja tras la petición mayoritaria del público, que en todo momento estuvo alentándolo.
Jorge Didier sorteó el toro mejor presentado y más potable de la tarde: un ejemplar de Claudio Huerta que tuvo transmisión y acometividad, hecho que le permitió realizar un bonito quite por caleserinas. Los primeros muletazos fueron por alto, para luego citar por el pitón derecho, el cual no tomó del todo bien el toro.
Sin embargo, cuando Didier cogió la muleta con la zurda, el de Claudio Huerta se desplazó con calidad y metía la cara, y fue entonces que el torero dibujó largos y tersos naturales que fueron coreados por la gente. En lugar de continuar toreando por ese pitón, retomó el lado derecho, donde, en un exceso de confianza, fue levantado por unos instantes por los aires y solamente sacó roto el punto de la taleguilla. Lo lógico era torear por naturales, como finalmente lo hizo y de muy buena manera. Por desgracia, la espada le jugó una mala pasada, así como el descabello, y emborronó una digna actuación luego de nueve meses sin vestirse de luces.
Israel Téllez abrió plaza con un toro de Santa Fe del Campo que fue complicado. El torero de Uriangato se esforzó en todo momento, pero no tuvo materia prima para triunfar, pues el toro de la divisa zacatecana terminó desarrollando peligro, lo que vino a mermar las buenas intenciones del más veterano del cartel. Al final de la larga función, Téllez apostó obsequiando un toro de Guanamé, que había estado como sobreros muchos domingos en la plaza "Nuevo Progreso" de Guadalajara y embistió de manera indefinida y, por instantes, mirando al torero y sin entregarse. Israel se esforzó sin resultados, pero ahí queda el quite por chicuelinas y las ganas de agradar con la muleta, ya cuando la tarde se había diluido.
Las verónicas de la tarde corrieron a cargo de Nicolás Gutiérrez ante el tercero, un toro de llamativo pelo jabonero sucio con el hierro de Montecillos. El hermano mayor de Héctor toreó desmayando los brazos y acompañando armónicamente con la cintura. El toro peleó al caballo, pero llegó con fuerza limitada al último tercio de la lidia. Gutiérrez se fue a los medios y ahí le extrajo muletazos con reciedumbre, tenido que recurrir al arrimón y jugarse la voltereta, exponiendo ese valor característico de la casa. La suya fue una actuación meritoria, pero malograda con el acero.
Juan Luis Silis, que entró al cartel en sustitución de Roberto Galán, impedido de torear por motivos de salud, lidió a un deslucido ejemplar de Puerta Grande que fue justo de fuerza, además de que punteaba la muleta de continuo, desluciendo así los pases de Silis, quien se mantuvo esforzado ante un toro que terminó prácticamente agarrado a la arena.
El debutante Manuel Gutiérrez tuvo una actuación decorosa ante un cornipaso de la ganadería de José Barba, que resultó ser una prueba bastante difícil para un incipiente espada, que tuvo que tragarle, como coloquialmente se dice, y aguantar varias coladas peligrosas que por poco y se lo llevan de corbata. Consiguió algunos trazos a base de aguante, incluso una faena que terminó prolongándose en ese afán de justificarse. Más tarde se puso un poquito pesado con la espada y terminó incomodando a los aficionados que, no obstante, terminaron por reconocer su esfuerzo a pesar de su falta de oficio y rodaje.
Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Séptima corrida de feria. Menos de un cuarto de entrada (unas 3 mil 500 personas), en tarde calurosa. Toros de distintas ganaderías, en el siguiente orden: Santa Fe del Campo, complicado; Puerta Grande, deslucido; Montecillos (3o. bis, sobrero sustituto de uno del mismo hierro que se partió un pitón), tardo y reservón; San Isidro, noble, se rajó; Claudio Huerta, noble, con clase; José Barba, soso y huidizo, y Guanamé (7o., como regalo), indefinido y complicado. Pesos: 536, 462, 463, 465, 550 y 530 kilos. Israel Téllez (azul celeste y oro): Silencio y silencio tras aviso en el de regalo. Juan Luis Silis (verde pistache y plata), que sustituía a Roberto Galán: Silencio. Nicolás Gutiérrez (canela y oro con remates negros): Palmas. José María Pastor (blanco y oro): Oreja. Jorge Didier (grana y oro): Palmas tras aviso. Manuel Gutiérrez (azul pavo y oro): División de opiniones
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Séptima corrida de feria. Menos de un cuarto de entrada (unas 3 mil 500 personas), en tarde calurosa. Toros de distintas ganaderías, en el siguiente orden: Santa Fe del Campo, complicado; Puerta Grande, deslucido; Montecillos (3o. bis, sobrero sustituto de uno del mismo hierro que se partió un pitón), tardo y reservón; San Isidro, noble, se rajó; Claudio Huerta, noble, con clase; José Barba, soso y huidizo, y Guanamé (7o., como regalo), indefinido y complicado. Pesos: 536, 462, 463, 465, 550 y 530 kilos. Israel Téllez (azul celeste y oro): Silencio y silencio tras aviso en el de regalo. Juan Luis Silis (verde pistache y plata), que sustituía a Roberto Galán: Silencio. Nicolás Gutiérrez (canela y oro con remates negros): Palmas. José María Pastor (blanco y oro): Oreja. Jorge Didier (grana y oro): Palmas tras aviso. Manuel Gutiérrez (azul pavo y oro): División de opiniones
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