El novillero Pedro Bilbao realizó la faena más destacada en Aguascalientes, pero no estuvo fino con la espada, y fue así como dejó escapar el triunfo, en un festejo donde sus alternantes también firmaron algunos pasaje interesantes ante los ejemplares de Arellano Hermanos.
Hoy la ganadería jalisciense de Arellano Hermanos, se alza como triunfadora de la tercera novillada de temporada, luego de lidiar un buen encierro de manera general. Los ejemplares fueron bravos en varas y permitieron el lucimiento a los toreros. Algunos novillos fueron ovacionados de salida y, posteriormente, en el arrastre. Pero fue una verdadera pena que se hayan ido al destazadero con las orejas puestas, debido a que los novilleros no estuvieron finos con la espada.
Pedro Bilbao tuvo una tarde bastante decorosa, tomando en cuenta que ha sorteado dos muy buenos ejemplares de Arellano Hermanos. En primera instancia, el abreplaza fue un novillo ovacionado a su salida, exigente, con bravura, al que Bilbao se lo ajustó cuando recetó un quite por gaoneras.
Bajo la mirada del maestro Manolo Arruza, que es su mentor, Bilbao trató de hacer faena en los medios del redondel, pero el novillo apretaba. Al torero se le notaba incómodo, pegando tandas de dos muletazos y el ramate. Lo llevó al terreno de toriles donde consiguió los muletazos más sobresalientes. La música sonó de manera desatinada, y la banda pitada por la afición y silenciada por el coleta hidrocálido, que se la estaba jugando de verdad. Unas bernadinas desafiando al destino y haciendo pasar miedo en los tendidos. Luego, por desgracia, estuvo mal con la espada.
Ejecutó doblones mandones a su segundo, otro buen novillo que planeaba exquisitamnte sobre la muleta de Bilbao, que poco a poco fue toreando con el alma. Y no se diga cuando toreó al natural, largo y despacio, ante un novillo que acometía una y otra vez. Pero el gozo se fue al pozo cuando llegó la espada, pues simplemente perdió la brújula y a nada estuvo de que le sonaran los tres avisos. Sin embargo, la afición supo valorar su actuación tributándole palmas de aliento luego de su labor.
Alberto Ortega nada se guardó, así que de rodillas en el tercio, recibió al primero de su lote, para luego torear por verónicas. Con capote en la espalda ejecutó un quite por gaoneras. Dio inicio con estatuarios, luego a torear por nota principalmente por el pitón derecho. Fue haciéndose poco a poco de las buenas embestidas del novillo, dándole variedad y seriedad, toreando en redondo con suavidad.
Culminó su labor con bernadinas en los medios, fue rendido de aparatosa manera. Afortunadamente, el caté se lo llevó la taleguilla, inoportuno fue con la espada.
El cierraplaza fue un novillo que terminó por rajarse, pero antes de eso le dio dos tumbos al varilarguero Juan Cobos, quien de inmediato regresó a su cabalgadura para otorgarle castigo al ejemplar de Arellano Hermanos. Ortega tomó el capote por la esclavina y así citó al novillo, cuando éste se arrancó le dio un cambiado por la espalda. Por poco y se lo lleva empitonado. Terminó el quite por chicuelinas y tafalleras.
De nueva cuenta comenzó a torear de rodillas, pero ahora con muleta. Nada más dos tandas le duró el gusto, pues el novillo comenzó a buscar la querencia. El torero tlaxcalteca le robó algunos muletazos hasta que el novillo le permitió. Desafortunadamente, la espada otra vez le privó de cortar una oreja.
La presentación del novillero yucateco Jussef Hernández comenzó con el pie izquierdo, pero conforme fue pasando la tarde las cosas cambiaron para bien. Recibió a su primero con la suerte del Tancredo, el novillo lo derribó, incluso se le vio lastimado de la mano una vez que se puso de pie. Con el capote no consiguió acoplarse, el quite por zapopinas se vio algo apresurado, ya que le adelantaba el viaje. Menos mal el de Arellano Hermanos tenía nobleza.
Llegó el segundo tercio y de aquí "pal real" la cosa cambió, un primer par de banderillas inusual y de alto impacto, remató con dos pares que hicieron llegar los aplausos. Brindis para el novillero en retiro Salvador Mora.
En esta parte de su labor, ya le vimos asentado torear en una faena que comenzó a subir de tono, misma que se realizó en los medios. El yucateco solicitó le tocasen "Pelea de gallos", la afición le dio una rechifla: "a torera que la música llega sola". Culminó su faena de un pinchazo y en el segundo intento entró sin muleta doblando la espada y dejando otro pinchazo. Recibió cálidas palmas al retirarse.
Ya con su segundo abrió el repertorio, pues ahora fue el salto con garrocha el cual fue poco aprobado por el público. Luego ejecutó un buen segundo tercio. Y como dicen que no hay quinto malo, Jussef toreo sin la ligazón que pedía el de Arellano Hermanos.
Esta faena derechista también fue subiendo de tenor, y provocó división en los tendidos por sus procedimientos. El caso es que tenía el triunfo en la espuerta, pero otra vez la espada se lo arrebató. Se agradece que reproduzca esas suertes que han quedado prácticamente en el olvido, y que podrán gustar poco o mucho, pero Jussef es sin duda un joven que tiene carisma y ganas de sobresalir.