De triunfal a triunfalista, la noche en Juriquilla
Viernes, 28 Ene 2022
CDMX
Fernando Romero | Foto: Erick Cuatepotzo
Ferrera, El Juli y San Román, se repartieron siete orejas
Una corrida con tintes triunfalistas se vivió esta noche en Juriquilla, donde se concedieron un total de ocho orejas, varias de manera benévola, pero al margen de esta circunstancias, los toreros del cartel rayaron a buen nivel, sobre todo Antonio Ferrera, hizo una faena de buen calado y Diego San Román otra de mucho mérito.
Por eso una corrida de toros siempre será más que el cúmulo de trofeos otorgados por juez y cónclave; para hoy, en Provincia Juriquilla, la expectativa era grande: de la madurez alcanzada por la dupla ibérica a la bisoñez del espada de la tierra… los tres dieron el ancho; mención aparte: el caballero en la plaza, que entendió su rol en la contienda.
Si de sumas se trata, cada uno de los alternantes aportó al espectáculo; y reitero, más allá de los apéndices, las artísticas obras se dieron a pesar de lo que los toros salieron a exhibir en su comportamiento. Esta noche hubo arte y esfuerzo de los alternantes.
Ferrera, ante el mejor ejemplar de Los Encinos, inició su faena con ímpetu, fuerza que se fue asentando tras el tercio de banderillas; la faena estuvo llena de ese estilo que ha desarrollado: pidió la presencia de solo un picador, para probar la larga embestida del toro; elegantemente, silenció las notas de la banda… y entonces se enfocó en su artística tarea.
Llenó el ruedo con un trasteo variado que emocionó al público; los premios: dos orejas y arrastre lento para el burel. Con el débil segundo de su lote, estuvo paciente y logró plásticos momentos, sin ligar series como en su primero. Cerró el trasteo soltando el ayudado y se fue tras el morrillo para obtener otra oreja concedida desde el palco de la autoridad.
El Juli, con la experiencia acumulada, aún conserva la frescura de su toreo; sus habilidades le ayudaron a salirle el paso a un lote en verdad difícil; su primero, un astado con presencia pero de embestidas descompuestas, no colaboró para que el madrileño se mostrara. Con el quinto de la tarde, buscó tocar pelo, ya que sus alternantes se le habían ido por delante; y no falló, mostró su variado repertorio con capote y muleta; disfrutó de su tauromaquia, más por su conocimiento y madurez que por lo aportado por el de Los Encinos. Estoconazo trasero y… ¡dos orejas!
Diego Sanromán no desentonó en el concierto nocturno; el novel torero queretano aprovechó el escaparate, descifró las dificultades de los enemigos que le tocaron en suerte y su público lo arropó. Con el tercero de la fría noche, tras un leve puyazo, inició con un pase cambiado por la espalda que inmediatamente encendió a los aficionados; desarrolló una faena por ambos pitones y se gustó en su trasteo, mató en el segundo viaje y don Manolo Garrido, el juez de plaza, no dudó en otorgarle las dos orejas.
Con el que cerró plaza, Diego tuvo que lidiar con el clima y con el toro; a estas alturas del festejo, le resultó difícil encender de nueva cuenta los ánimos de un público que también se había ido enfriando, literalmente, a pesar de los esfuerzos de Sanromán. Abrevió y mató en el segundo intento.
Emiliano Gamero, ante astados de Carranco, estuvo voluntarioso y ofreció una esforzada labor sobre una cuadra bien adiestrada. El primero, sin fuerza ni transmisión, intentó tenazmente pero no logró conectar con el tendido. Con el que se lidió en quinto lugar, la suerte le sonrió y logró pasajes que calaron entre el público; por momentos, demostró sus habilidades al cabalgar y con un toro que le ayudó a cumplir. Los aficionados le reconocieron el vigor para vencer las dificultades y pidieron una oreja que, sin dificultad, fue concedida.
Ficha Juriquilla, Qro.- Lleno de "Agotado el boletaje", en noche fresca. Dos toros de
Carranco para rejones (1o. 5o.), de los que destacó éste último. Y seis de
Los Encinos, desiguales en hechuras y juego, de los que destacó el 2o. por su calidad, y fue premiado con arrastre lento. Pesos: 493, 480, 530, 500, 525, 542, 520, 495 y 540 kilos.
Emiliano Gamero: Silencio y oreja con división.
Antonio Ferrera (azul turquesa y oro): Dos orejas con algunas protestas y oreja.
Julián López "El Juli" (negro y oro): Silencio y dos orejas.
Diego San Román (canela y oro): Dos orejas con algunas protestas y silencio. Incidencias: Sobresalieron en banderillas
Gerardo Angelino y
Héctor García, y en varas
Héctor Delgado "El Ruso" y
Eduardo Rivera. El Juli entregó a su cuadrilla las orejas del 7o. y así dio la vuelta al ruedo. Al terminar la lidia del 5o. se hizo una pausa de 10 minutos para acondicionar el ruedo tras la lidia de rejones, y se ofreció un espectáculo de fuegos artificiales. El festejo tuvo una duración de 3 horas y 45 minutos.
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