Octavio García "El Payo" tuvo mucho qué ver para que la plaza "Santa María" volviera a abrir sus puertas, y fue uno de los toreros más involucrados cuando aquellos rumores de su posible demolición, así que torear este sábado la Corrida de Navidad representa una emoción especial para el torero queretano.
"Es momento de salir a defender la tauromaquia con argumentos, sin miedo; y reclamarle a los políticos nuestra libertad, que hoy en día la tenemos y es lo más preciado que tiene un ser humano… y que no se puede perder ni la expresión mía como artista ni el asistir a una corrida de toros, libre, como cualquier gente que paga sus impuestos y tiene derecho a escoger su ideología y sus gustos".
Y es que luego de la intentona de los legisladores de la Ciudad de México para terminar con las corridas de toros, Octavio asegura:
"Me parece una cosa hipócrita… se aprovechan de la tauromaquia. ¿Por qué no se va a un rastro para que no se maten animales? Ahí se matan miles de reses a diario, muchísimas más de las que matamos en una temporada taurina en el mundo. ¿Hasta qué punto son animalistas o lo que quieren es tomar ventaja de una Fiesta cultural que saben que atrae al público y crea polémica? Que se pongan a trabajar los políticos y los animalistas, pues es demasiado lo que tienen qué hacer por México; y más un partido político que ha sido el hazmerreír de los últimos veinte años, como es el verde".
El Payo regresa a la plaza que lo vio nacer, como aficionado y como torero, para actuar con toros de Fernando de la Mora –en la tradicional corrida de Navidad– junto con el rejoneador José Funtanet, acompañado de los Forcados Amadores de México, y a pie Jerónimo –que se despide de esta plaza– junto con José Mauricio. Octavio recuerda:
"Yo empecé muy niño, y eso me hizo de cierta manera vivir lo bonito de esta profesión desde que empecé; también el vivir lo duro, tengo diecisiete cornadas en el cuerpo y eso hace que me recuerde todos los días que debo tener una preparación y una concentración diferente a la que puede tener otra persona. Yo creo que ese tipo de cornadas te hacen madurar y te hacen crecer como persona, y hoy en día me siento con la experiencia de ya saber el porqué me pasan las cosas. Cuando empiezas no sabes ni por qué te pasan los triunfos, yo sabía que era capaz de resolver a base de valor, pero a lo mejor solo expresaba eso: valor y ganas; pero ahora creo que ese valor o esa ilusión lo intento en interpretar faenas más rotundas y con más profundidad".
Por eso, simplemente el pensar que la "Santa María" pudiera ser demolida, Octavio lo siente como un hecho lamentable, según comenta:
"¡Uf, imagínate lo que para mí sería. Esta plaza es como mi segunda casa; aquí me hice torero, aquí, cuando tenía nueve o diez años, jugaba al toro. Me escondía en la enfermería. Aquí crecí. Y que ahora se ponga sobre la mesa un hecho que también es natural pues es un inmueble privado y cada quien hace con sus pertenencias lo que mejor le convenga. Sin embargo, me gustaría que hubiera algún interesado en conservarla y en seguir fomentando el inmueble como lo fue: un ícono de la ciudad y de la ciudad que merece la pena conservar. Porque esta plaza representa lo que cualquier otro inmueble emblemático que tiene Querétaro. Es un centro cultural, más que solo verlo como una plaza de toros; para mí, como taurino sería muy triste que desapareciera, y para Querétaro representa que le tiren uno de los edificios más emblemáticos de los últimos setenta años".
Sin ambages, El Payo habla de las razones por las que ha toreado poco durante la pandemia: "Yo creo que cada quien tiene su manera de ver el toreo, yo entiendo que hay que ayudar… yo ayudé en su momento… toreé dos o tres corridas benéficas para asociaciones, pero también entiendo que mi carrera tiene unos años y que al final debe tener una remuneración económica y que no es solo eso; sino que también la manera de plantear las corridas de toros. Si te fijas, he toreado con una sola empresa que es la que me ha planteado la manera en la que veo el toreo y en la que me ilusiona torear. Porque hacer cosas por hacerlas, a estas alturas de mi carrera, que no aporten ni me hagan crecer, prefiero dejarlas pasar. Evidentemente, entiendo que con la reapertura, quieran contratar a toreros que se acoplen más a las condiciones económicas que plantean los empresarios".
Al respecto de lo que busca cada tarde que se viste de luces, inclusive antes anunciarse es otra cosa, según explica:
"Para mí lo más importante es el toro; mis representantes y mi equipo saben perfectamente que lo que más me importa es el toro, y si no voy convencido a una corrida de toros, no necesariamente tiene que ser buena, sino que… tiene que ilusionarme. Porque si no voy convencido a una corrida de toros, pues seguramente no podré dar mi mayor esfuerzo, y en eso se plantea la contratación, porque yo no soy de escoger con quién torear; esa libertad la debe tener el empresario, para poder acoplar sus carteles como él sienta que le van a venir mejor a él y a su plaza. Y en lo económico he tenido bastante suerte, porque la gente me sigue yendo a ver y no suele ser problema en las contrataciones".
El torero queretano espera, así, poder colgarse de algunos carteles del coso de Insurgentes: "Ojalá que vaya… tengo la ilusión de torear en la temporada grande, una plaza que me ha dado todo en mi carrera; tengo treinta y tres corridas de toros y veintiocho orejas cortadas, entonces eso habla de una regularidad… participar en una temporada grande para mí representa un parteaguas en mi carrera".
Octavio es un hombre maduro que se siente "con la responsabilidad que conlleva lo que he podido hacer durante todos estos años de carrera y que ha creado cierta ilusión en el público y además esperanza pues los he podido emocionar muchas veces, ¿no?. Entonces eso hace obviamente que el público exija o por lo menos quiera revivir ese tipo de emociones y eso hace que yo esté en una situación máxima".
En medio de estas y otras reflexiones, El Payo se recarga en la barrera y mira los tendidos de la "Santa María", la plaza de su infancia, su plaza. Y este sábado celebrará Navidad en su ruedo. Como siempre le ha gustado hacerlo, y ante su gente.