El picador de toros Eduardo Noyola "Morucho", quien resultó herido el pasado sábado en Cadereyta, Nuevo León, se recupera satisfactoriamente y ayer acudió a revisión con el doctor Héctor Guerra, coordinador de los servicios médicos de la plaza de toros "Fermín Rivera-El Paseo" de San Luis Potosí.

La herida que le ocasionó el primer novillo de la tarde, al ensillarse y caer en la cara del astado de la ganadería de La Playa, tuvo una sola trayectoria afortunadamente y se situó en el hueco poplíteo de la pierna izquierda, comúnmente conocida como la corva. 

El doctor Guerra informó al momento de la entrevista, que precisamente le estaba practicando una curación al herido, ya que este había sido intervenido en la Clínica 21 del IMSS en Nuevo León.

"Trae una cornada de una trayectoria hacia arriba, ya venía medio reparado de allá del Seguro Social. Precisamente ahorita lo estamos curando y le hemos estado siguiendo, aquí lo hemos estado curando", explicó el galeno.  

Cuestionado si ya no había abierto la herida para explorarlo, el doctor dijo que por el momento no. "A lo mejor pudiera requerir de algún aseo quirúrgico, pero ahorita vamos a valorar eso con el ortopedista y el cirujano. Estamos valorando una curación de acuerdo con su evolución", agregó.

Lo lamentable para Morucho es que, de acuerdo con un texto que publicó en su página del Facebook, no la pasó nada bien tras sufrir la herida, ya que en la enfermería de la plaza no había médico, ni material de curación, además de que la empresa no contrató la póliza de gastos médicos mayores que se utiliza en caso de que caiga algún herido.

Si la intención es que la plaza de Cadereyta retome su actividad taurina con categoría, cualquier empresa que dé toros ahí (en este caso fue la del matador Enrique Garza), se haga responsable de que la atención médica a los toreros y subalternos que vayan a torear, cuente con todas las garantías de protección necesarias para que no sucedan hechos como el relatado.