Banners

Noche de entrega en San Luis Potosí

Viernes, 19 Nov 2021    SLP, Slp.    Martín Banda | Martín Báez          
Leo Valadez y José Mauricio malograron con el acero entonadas faenas
Resulta fácil decir que los cuatro toreros que actuaron anoche en San Luis regresaron caminando por la puerta de cuadrillas por la que entraron pero, y aunque sabemos que el hubiera no existe, si todos hubieran acertado con la espada, por lo menos siete orejas habrían quedado en sus manos como balance final.

Y no era para menos lo que la afición de San Luis merecía, pues las buenas faenas que cuajó Leo Valadez en sus dos toros, incluyendo al sobrero que sustituyó al segundo de su lote que se descornó en un burladero antes del tercio de varas, justificaban de por sí el grito de "¡Torero, torero!" y "¡Leo, Leo!" con los que la gente animaba al hidrocálido una vez que la tizona lo había defraudado.

La noche, fría, comenzó a entrar en ánimo cuando una dama vestida de negro, recorrió el anillo en una carreta tirada por dos corceles blancos y al bajar en el centro del ruedo deleitó con su bell canto, acompañada de un ensamble sinfónico que tocó como los ángeles, al tiempo que un integrante interpretaba un solo de La Virgen de la Macarena en el mismo sitio.

Vaya noche para comenzar el festejo revolucionario de la "Fermín Rivera-El Paseo", la cual este mes de noviembre cumple 126 años de haber sido  inaugurada, el 1 de noviembre de 1895.

Fauro Aloi, que sustituyó al español Andy Cartagena, tuvo una actuación brillante en la que lució un perfecto dominio de la técnica y monta sobre los cuatro corceles que  utilizó para bordar una gran faena al toro que abrió plaza, de La Estancia, que se prestó para su lucimiento. El buen oficio que mostró ante la afición pronto se desvaneció conforme aparecieron las fallas con el rejón de muerte, perdiendo quizá la primera oreja de la noche que ya tenía ganada.

José Mauricio, que era otro de los sustitutos para reforzar la caída de Andy del cartel, se dejó querer por un publico que ha hecho cada vez mas suyo, no solo por realizar el toreo de clase y que cala hondo sino por verse arropado por la afición que adoptó como sus paisanos cuando se vino a radicar a esta  ciudad y que es claro que lo tiene como uno de sus toreros consentidos.

Dejó ver sus buenas maneras ante "Potosino", de Las Huertas, haciéndose de él con los engaños y acariciando con tersura los muletazos rubricados con los pases del desmayo.

La faena de su segundo alcanzó mejores vuelos. Toro y torero amalgamados en el centro del ruedo fueron perfeccionando una obra que iba creciendo de a poco, hasta pensar en el triunfo importante, pero otra vez la espada dejó escapar un  "¡Aaaaah!"de desaliento en los tendidos.

A Luis David Adame le tocó, ciertamente, el lote menos potable de la noche y no obstante su tesón  e intentar por sacarle partido a su primer toro, la faena nunca creció, y se emborronó aún más después del aviso que le sonaron y los siete golpes de descabelló que utilizó para  pasaportar a su oponente.

El sexto era un precioso astado que en el enchiqueramiento había derribado con el cuello y los pitones una gruesa puerta pero al estar en el ruedo toda esa fuerza se le acabó en el intento de Luis David por tejer una faena por el pitón derecho.  Pero otra vez vinieron los fallos con la espada y también otro aviso para retirarse entre silencio.

El que estuvo en plan arrollador, intratable en la noche fue su paisano Valadez, con muchos recursos y variedad de capa, pero sobre todo con grandes facultades para cubrir el segundo tercio, dejando a los  toros como alfileteros, con los palos en todo lo alto, lo que le valió el grito ensordecedor mencionado líneas arriba.

Leo tiene un amplio dominio de la escena en el ruedo, pues lo mismo hace honor a Curro Rivera con el cite psicodélico, que trae a la mente al de Chiva, con la poncina, en faenas bien estructuradas, con ligazón, temple y un puñado bastante grande de valentía y entrega. Lástima que la espada le privó de poder cortar por lo menos tres orejas que ya tenía en la espuerta.

Al final la afición quedo satisfecha, sin importar que esta vez no se produjera un triunfo de orejas, ya que los toreros se entregaron sin miramientos y con muchos deseos de brindar espectáculo.

Ficha
San Luis Potosí, S.L.P.- Plaza "El Paseo-Fermín Rivera". Corrida de la Revolución. Lleno del aforo permitido del 80 por ciento (unas cuatro mil personas), en noche fresca. Un toro de La Estancia para rejones, cinco de Las Huertas y uno de Monte Caldera (el 7o., sobrero sustituto de uno que se despitorró), muy bien presentados en general, de poco juego en su conjunto, por su falta de fuerza y transmisión, de los que únicamente sobresalió el 4o. que fue el más manejable. Pesos: 484, 500, 451, 476, 520, 530 y 465 kilos. El rejoneador Fauro Aloi: Ovación. José Mauricio (azul rey y oro): Palmas y ovación. Luis David (canela y oro): Palmas tras aviso y ovación. Leo Valadez (gris plomo y azabache): Ovación y  palmas. Incidencias: Destacaron en banderillas Héctor García y José Feria, que saludaron sendas ovaciones. Y en varas, Eduardo Delgado "El Ruso", que picó bien al 4o. Un ensamble sinfónico amenizó el festejo, que tuvo una duración de 3 horas y 45 minutos.


Comparte la noticia


Banners
Banners