Si bien la terna de esta tarde derrochó entrega y estuvo en un tenor de importante voluntad, también "ayudó" a los triunfos de hoy (dígase el corte de orejas) un público muy festivo en este regreso de los toros la Monumental "Vicente Segura" de Pachuca, donde José Mauricio cortó cuatro orejas por una del rejoneador Fauro Aloi.
Podría decirse que por el aforo marcado como "permitido", de media plaza, pues que hoy se llenó, y que los toros debutantes, tanto con el hierro de La Joya como de El Salitrillo, tuvieron un buen balance, pues hubo tanto los entregados y nobles como otros que dieron poco juego.
Tras el paseíllo se rindió un sentido minuto de aplausos a la memoria del forcado Bruno Vogt Suárez, fallecido hace varios meses.
Comenzó por alto su faena, para luego correr la mano derecha con muletazos que tuvieron eco en el tendido, no así por la izquierda, en la que la res protestaba. Mató de estocada defectuosa con la que el público, buscando para todo el trofeo, hizo mella en el juez, que concedió dos orejas. Hubo palmas en el arrastre para el toro.
Su segundo fue un castaño albardado, al que saludó con chicuelinas y revolera. Fue flojo al caballo, y de muleta estuvo firme y entonado el diestro, con poder para imponerse a un toro que salía suelto, sin fijeza, mansurrón, que siempre buscó las tablas. Hubo ayudados estimables cerca de la querencia.
Mató de certera estocada y, por la presión, si bien estaba bien el premio de una oreja, el juez le regaló la segunda, ante una insistencia de un sector confundido del público, que también así, hubo quien aplaudió a la res en el arrastre. El torero regaló las orejas a unos niños, y después sacó a dar la vuelta a los ganaderos.
El toro que abrió plaza, muy en el tipo de Murube, con el hierro de Rancho Seco, cumplió en su desempeño al caballo. Fauro Aloi le dejó un rejón en lo alto, para luego clavar dos banderillas de frente, una al violín, exhibiendo una buena monta, con algunos pasajes de buen toreo, como galopes a dos pistas, que le reconoció el público.
Los Forcados Amadores de México pegaron a la res al tercer en intento, en corto y al sesgo, con un Andrés del Villar valiente, a la cara, y que resultó muy golpeado.
Vinieron dos banderillas cortas a la media vuelta, y un rejonazo trasero. El animal se amorcilló aunque al final terminó doblando. Hubo una minoritaria petición y se concedió la oreja.
Joselito Adame ahora se fue de vacío. Su primero fue un chorreado en verdugo espectacular, con el que estuvo emotivo a la verónica pues el toro tuvo movilidad y fue cumplidor al caballo. De muleta el animal tuvo una importante fijeza, se desplazó, pero no perdonaba errores, como que tiraba un hachazo si tocaba el engaño. Por el pitón izquierdo echaba la cara arriba.
Se esforzó porque tuviera estructura su trasteo, aunque al final de eso careció el trasteo. Vinieron medios pases, y tras señalar un pinchazo hondo dejó una estocada con la que hizo una muerte de bravo la res, por lo que fue aplaudido.
Ante su segundo, que se enfrentó a un sustituto por otro que tras una vuelta de campana, el juez, "extrañamente", decidió cambiarlo, contagiado, suponemos, por los desorientados que habían pitado a la res, pero con el argumento de que le "faltaba presencia" al animal.
Joselito estuvo bien de capa y tras hacer una emotiva pelea en varas en la querencia, el animal recibió uno en contraquerencia, arrancando de largo y emocionando a la asistencia que sabe. El torero hizo el intento aunque por momentos daba la impresión de que perdía un poco la brújula, sin embargo, aun así, estuvo en el ánimo del respetable. Mató de pinchazo y estocada en buen sitio, y aunque hubo petición de oreja, en esta ocasión el juez se mantuvo firme y no concedió el trofeo.
Ernesto Javier "Calita" reaparecía tras la cornada que recibiera en su última comparecencia en este ruedo y estuvo bien. Saludó con verónicas intercaladas con saltilleras y revolera. Fue bien al caballo el animal, y con la muleta estar voluntarioso. El toro vino a menos y hubo detalles interesantes en su faena, siempre intentando someter a un astado sin entrega. Colocó dos estocadas sin efecto y tres golpes de descabello. Ovación.
Con el que cerró plaza, que parecía que desarrollaría, en la muleta la historia fue diferente y no pudo concretar el trasteo, que desafortunadamente, además, señaló tres pinchazos, al punto de escuchar un aviso.