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El comentario de Juan Antonio de Labra

Jueves, 16 Sep 2021    CDMX    Juan Antonio de Labra | Opinión     
"...Pero no se hizo nada en esa dirección y todo indica que las..."
La raquítica jornada taurina de Fiestas Patrias nos devuelve a la triste realidad por la que atraviesa la Fiesta Brava de México en estos días, y con unas expectativas a corto plazo que dan la impresión de ser unos meros espejismos que no acaban de devolverle la certeza a los profesionales y tampoco el entusiasmo a los aficionados.

Evidentemente, el argumento a esgrimir para justificar este hecho es la pandemia, así como la falta de actividad en otros sectores vinculados a la celebración de eventos públicos masivos. Sin embargo, aún no se sabe cuándo vaya a remitir la alerta sanitaria que prevalece hoy día, y que se genere un cambio de samaforización hacia el color verde para que los empresarios puedan organizar festejos con una mayor certeza de no haberse equivocado.

Revisando los archivos de este portal, hace una década, entre el jueves 15 y el domingo 18 de septiembre de 2011, se programaron 15 festejos taurinos con motivo de la Independencia de México. En tan breve lapso se realizaron 10 corridas de toros, una mixta, tres novilladas y un festival.

Un lustro más tarde, en la semana de Fiestas Patrias del año 2016, el número de festejos se mantenía en unas cifras similares, ya que entre el jueves 15 y el domingo 18 de septiembre hubo un total de 14 festejos; o sea, seis corridas de toros, cuatro novilladas picadas, una sin picadores y un festival.

Ya en el año 2019, previo a la pandemia, entre el sábado 14 y el lunes 16 de septiembre se registraron 12 festejos, sólo dos menos que hace una década. Esta radiografía todavía era muy positiva, si se considera que el volumen de festejos anuales de una década a la fecha se había visto reducida de forma considerable.

Entretanto, tampoco se observa que el precio de los boletos haya sufrido una reducción acorde a las circunstancias económica, atendiendo a la crisis que se viene arrastrando desde el año pasado, y que obligó a miles de familias a reestructurar un gasto donde es muy probable que el rubro destinado al ocio no sea una prioridad.

¿Cuál sería entonces la fórmula más indicada para reactivar al sector de manera gradual? Sin duda, una conjunción de factores que aún no se han implementado. Porque aquí no se trata solamente de esperar a que la pandemia vaya remitiendo, sino que la Fiesta se ha quedado rezagada con respecto de la reestructuración hecha en otros sectores.

El gremio taurino desaprovechó la gran oportunidad de haber hecho un examen de conciencia en los meses de nula actividad, cuya finalidad era la búsqueda de la unidad, anteponiendo cualquier interés, y la aportación de ideas valiosas para reformar la Fiesta Brava de una manera integral. Pero no se hizo nada en esa dirección y todo indica que las consecuencias comenzarán a saltar a la vista conforme transcurran los próximos meses.


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