El percance se lo infirió un novillo de la ganadería de Guadalest que ofreció una lidia complicada. Sucedió tras concluir una faena de entrega, tanta que al entrar a matar fue prendido por la pierna derecha. Aunque Emiliano insistía en permanecer en el ruedo, los banderilleros lo condujeron a la enfermería para ser atendido.

El novillo tardó en doblar, y hubo necesidad de ser rematado con la espada de cruceta, a cargo de su compañero David Noble, al que también le echó mano, pero sin consecuencias, afortunadamente, cuando intentaba descabellar. Este hecho alarmó al público asistente y fue así que se esfumó la posibilidad de haber cortado una oreja para llevársela a Emiliano a la enfermería.

El parte médico establece que es trata de una cornada limpia, de 21 centímetros de extensión, localizada en la ingle derecha de la que fue operado con anestesia local. Este percance es el primero que experimenta en su carrera, y aunque antes sólo se había roto los ligamentos de la muñeca izquierda, la cornada de hoy representa su "bautismo de sangre", como se dice en el argot taurino.

Se estima que dejará la clínica Frenar hasta el próximo lunes, dependiendo de la evolución de la herida y una vez que transcurran las horas necesarias para descartar cualquier complicación.

Su siguiente compromiso es el domingo 15 de agosto en Herrera del Duque, provincia de Badajoz, donde está anunciado en una clase práctica al lado de Manuel Rueda, Felipe Martinho, Duarte Silva, Tristán Barroso y Ángel Delgado, y aunque tiene el firme propósito de reaparecer, todavía es pronto saber si podrá llegar a una cita tan próxima en el calendario.