El picador queretano Fernando Flores Cisneros, conocido como "El Rambo", quien el pasado domingo sufrió un tumbo durante la Corrida Flamenca celebrada en la plaza "Cinco Villas", fue operado con éxito de una fractura del brazo derecho.
El Rambo salió a picar a las órdenes del matador madrileño Uceda Leal y fue durante la lidia del segundo toro de la tarde, llamado "Calador", negro bragado, con 476 kilos, perteneciente a la ganadería Torreón de Cañas, el que le ocasionó esta lamentable lesión.
"El matador puso al toro en el sitio; luego le hablé y se arrancó hacia el caballo y lo prendí arriba, pero me metió a tablas y fue tan rápido el momento cuando me metió a tablas que me ganó un poco. Se me metió hacia el pecho del caballo, lo levantó y nos caímos hacia atrás. Ahí fue donde se produjo la fractura", recordó el piquero.
De inmediato, su compañero Héctor García le hizo el quite y no pasó a mayores. Una vez estando derribado en la arena, El Rambo no se podía incorporar del dolor tan intenso que sintió, y tampoco podía extender el brazo para recibir la ayuda de las asistencias.
"Me operaron el lunes y todo está bien. Me pusieron una placa y tornillos. Se me degolló la cabeza del humero y también se me había zafado, así que tuvieron que reacomodar todo, ponerme la placa para reconstruir la cabeza del humero y luego ya acomodarlo en su cavidad", explicó.
De acuerdo con el parte médico del doctor Jorge Uribe, jefe de los servicios médicos de los toreros, El Rambo sufrió "una fractura multifragmentada del humero derecho, realizándose un procedimiento quirúrgico de reducción abierta y osteosíntesis con placa de tipo Phillus".
"Me dice el doctor que deberé permanecer de seis a ocho semanas de inmovilización del brazo y la rehabilitación ya dependerá de cómo le eche ganas. Pero por lo pronto dos meses estaré con el cabestrillo", agregó el picador de 50 años y quien este 29 de septiembre cumple 31 años en la profesión.
Flores Cisneros es consciente que la fractura es complicada para su labor, puesto que el brazo derecho es el que recibe el impacto directo del toro al momento de oficiar con la garrocha.
"Sí, es verdad, porque ha habido compañeros que se han retirado de esta profesión tan bonita por lo mismo; es decir, de fracturas en el brazo derecho. Esperemos que no vaya a ser mi caso, y que todavía pueda seguir toreando, primeramente Dios". dijo.
Fernando ha estado a las órdenes de varios matadores a lo largo de estos casi 31 años, según explica: "La primera colocación que tuve fue a las órdenes del matador Rafaelillo, con el que estuve ocho años. También con el hijo de El Cordobés cuando vino de novillero a México, y Chilolo. Otros toreros con los que he salido a picar son Pasión Gitana, Juan Salvador, Niño de San Juan, Bernardo Rentería o El Pana. De hecho, yo fui quien picó al famoso toro Rey Mago, de Garfias, con el que triunfó el matador. En fin, con muchos toreros he andado en la brega".
Por ahora solo cabe esperar que tenga un buen post operatorio y que la rehabilitación determine si podrá seguir adelante con su carrera.
"Cuando yo entré a la Unión decía que quería llegar a los 25 años de trayectoria, para luego solicitar mi retiro. Ya me pasé un poquito, pero más que nada estamos en esto porque nos gusta. Por ahora no quisiera pensar todavía en el retiro".
Desde aquí le deseamos una pronta y buena recuperación, a la espera de verlo nuevamente en los ruedos haciendo lo que más le apasiona, que es picar toros de lidia.