La Fiesta de los toros en Venezuela vive una época de incertidumbre, y con el pasar de los días, semanas, y meses, el panorama taurino nada queda visos de retomar la actividad que por lo menos haga esperanzas que esto arranque de una buena vez.
Sí gran ilusión abarcaba el par de festejos que desde mediados de febrero se tenía en planes realizar en predios de la ciudad de San Cristóbal (donde iban a torear varios mexicanos), aun cuando para ello se tuviera que prescindir de su escenario natural como es la Plaza de Toros Monumental, y para ellos se iba a disponer de una Plaza Portátil en predios de ASOGATA, con los múltiples cambios de fechas que ha tenido, los mismos han hecho que estos se hayan desvanecido en el interés de los aficionados, y para la fecha de hoy, poco o nada se tiene en conocimiento finalmente de ellos.
Las razones eran obvias y más que difícil se veía que ante tantos elementos en contra esto tomara vuelo, a pesar de lo atractivo de ambas combinaciones y en especial la disposición de la empresa de turno, Miura Producciones, por llevarlas a cabo.
Pero "los tiempos de Dios son perfectos", dice aquella famosa y repetida frase por estos días, donde vemos que poco halagüeño es planificar a futuro eventos masivos de cualquier tipo, tanto en lo epidemiológico como en lo económico y hasta en lo anímico también, cuando sabemos el elevado número de personas que diariamente nos están dejando a causa de esta pandemia que nos viene azotando silenciosa y lentamente desde marzo del año pasado.
Y en el plano estrictamente local, más sombrío es el panorama, tras el anuncio este pasado martes por parte del alcalde tovareño, de la suspensión por segundo año consecutivo de la edición ferial en honor a la patrona de la Sultana del Mocotíes, la Virgen de Regla, en septiembre próximo. Como volvemos a repetir, poco podíamos esperar cuando los tiempos que se viven no son los mejores, y en especial muchas son las familias que están atravesando -con sus cercanos y más allegados- momentos de verdadera tragedia.
Y mirando un poco más en el horizonte, poco halagüeño es el devenir que se viven paralas principales citas taurinas feriales de enero y febrero próximo, nos referimos a las citas de San Sebastián y del Sol, las cuales no ven claro quien o quienes lleven sus destinos a tenor de cómo se caldea la situación administrativa en ambas plazas de toros.
La de Pueblo Nuevo, sin definirse quien o quienes sean lo que se atrevan a por lo menos dar el "paso adelante" y la de Mérida, peor tras la “caída y mesa limpia” que a comienzos del pasado mes hizo COREMER con la empresa gestora de turno, dejando acéfalo quien lleve los destinos para el año 2022 de la que una vez fue la gran cita taurina de los andes venezolanos, que hoy en día, se encuentra tan devaluada como poco claro su futuro, sí para tal efecto una verdadera junta directiva de COREMER no piensa como y para el aficionado y taurino, y se deja de "trapicheos" que han minado la categoría y prestigio de un ente que debe de reestructurarse en profundidad, como lo viene pidiendo a gritos desde hace más de 25 años hasta la fecha.
Esperaremos como se dan los acontecimientos en los próximos días, donde seguro tendremos noticias que cambiarían el rumbo de lo que hasta los momentos nos ha tocado ver, en primera fila.