Los Toreros-Charros dieron un gran espectáculo el domino pasado en el lienzo charro "Ignacio Zermeño" de Guadalajara, donde revivieron suertes de antaño e hicieron las delicias del público que acudió a esta etapa clasificatoria del Congreso Nacional de Charros Aficionados.
Y cada uno de los participantes demostró sus habilidades en las distintas suertes realizadas a lo largo de una jornada que para muchos de los presentes fue sorprendente, pues una cosa es verlos torear festivales vestidos de charro y otro, muy diferente, practicar las suertes del campo bravo mexicano con valor, habilidad y, en algunos casos, hasta destreza, según se puede apreciar en la magnífica galería de fotos de Óskar Ruizesparza.
El proyecto denominado "La charrería somos todos", una iniciativa del gran charro Ricardo Zermeño, anfitrión de este evento, demostró que es un éxito y se realizarán varias eliminatorias para acudir a un Nacional, compuesto por charros amateurs.
De los 30 equipos participantes hubo uno fue el de los Toreros-Charros, que estaba conformado por Omar Huerta, Marcial Herce, Alfredo Ríos "El Conde", Jerónimo, José Mauricio y Francisco Reveles.
Todos ellos muy bien montados, apoyados por el Rancho "El Edén", de José Juan González, del estado de México, que está apoyando el proyecto con su infraestructura de a caballo. Caló Alfredo Ríos; pialó Omar Huerta (que es el capitán del equipo), y colearon Alfredo Ríos, Jerónimo y Marcial Herce, respectivamente.
La terna estuvo a cargo de Omar Huerta, Francisco Reveles y Manuel Herce. Una vez ejecutado el "Lazo a la cabeza" y "El pial" se apretaló en el ruedo al novillo y se encargo de jinetearlo Jerónimo. Como el torete traía un piquete de bravo, El Conde instrumentó unos pases con su sombrero, evocando esas famosas pinturas de Icaza de principios de siglo XX, lo que fue jaleado por la gran asistencia que había en las gradas.
Posteriormente, José Mauricio salió montado sobre una yegua y demostró sus buenas dotes de jinete, con muy buen asiento, como se dice, y siempre con las piernas por delante, así que también fue ovacionado y le arrojaron muchos sombreros a su paso.
Las manganas a pie las hizo Omar Huerta, el hijo de aquel gran torero y charro como fue el maestro Joselito Huerta, y en la de a caballo se mostró Francisco Reveles, quien fuera novillero y se unió al grupo en ausencia de Fermín Spínola. El paso de la muerte lo hizo Brandon Roa.
Y como fin de fiesta, El Conde bailó el jarabe tapatío con la reina, como también se solía hacer en otra época, así que no faltó detalle en un evento que representó una grata experiencia para el público.
Pero antes de terminar, la mayor sorpresa para la gente fue que los toreros lidiaron un novillo de La Concepción que fue bueno, lo que permitió ver a todos realizar varias suertes de la tauromaquia para terminar de sorprender a la concurrencia.
La puntuación para el equipo de los Toreros-Charros fue de 307 y se colocaron en quinto lugar y consiguieron un pase en el Nacional, que se llevará a cabo a finales de septiembre en este mismo escenario, con la participación de seis equipos.