Luego de 25 meses de inactividad, la Monumental Monterrey abrió sus puertas para la corrida de reactivación con semáforo verde aún en pandemia, y lo mejor de esta noche de viernes fue el buen ambiente que se vivió en los tendidos de la plaza.
El público realmente tenía ganas de disfrutar el festejo, tanto así que ocupó la capacidad permitida por las autoridades de Salud, dejando la mesa puesta para el segundo festejo programado este domingo, en un fin de semana que representa el arranque de la temporada.
El primer gran triunfador fue el capitalino José Mauricio, quien luego de 15 años de ausencia tras su etapa novilleril, apenas debutó hoy como matador en el coso norteño donde el público le dio una grata bienvenida.
Fiel a su concepto clásico, el diestro no tardó mucho para recoger los olés del respetable tras los primeros lances al toro que abrió plaza, de la ganadería de José María Arturo Huerta, que envió un encierro bien presentado en términos generales, pero de juego desigual.
José Mauricio aprovechó el recorrido y la transmisión de su primer ejemplar al que toreó a placer, sobresaliendo una vistosa serie en redondo, cuyos muletazos parecían interminables, conectando con el público. Mató al primer viaje de estocada entera, un tanto desprendida, que no correspondió a la calidad del trasteo realizado.
Sin embargo, el juez Antonio Quiroga Escamilla sacó de inmediato los pañuelos blancos y le concedió los dos apéndices que, vale señalar, no fueron protestados en la vuelta al ruedo, tal vez por esas ganas que tenía el público de vivir la fiesta.
El segundo de su lote fue un tanto deslucido y la faena, aunque voluntariosa, no alcanzó los vuelos de la primera. De cualquier manera, ya tenía la Puerta Grande abierta.
El cartel era bonito para el regio Juan Fernando, que se presentaba ahora como poderdante de Eloy Cavazos, que durante la semana hizo una curiosa y dedicada labor en los medios de comunicación de motivar al público a reactivar la plaza y, por tanto, de presenciar los avances de su torero, que venía precedido de sonados triunfos en dos festivales.
Desafortunadamente, Juan Fernando no tuvo la noche soñada. Su primer toro se acalambró de la pata izquierda y fue cambiado por el primer reserva, perteneciente a la ganadería de Guanamé, que era un cromo. Quizá esto afectó y desconcentró al regio, pues a pesar de querer lucir en su labor, se vio acartonado y frío, muy apegado a su estilo del que sabemos es difícil que quiera cambiar de la noche a la mañana.
"Mucho Corazón" fue lo que trató de imprimirle Juan Fernando al quinto del festejo del hierro titular, que así se llamó, pero cuando las cosas empiezan mal, es difícil enderezar la brújula. Sa esto añadimos que, durante la faena de muleta, la afición se entretuvo en otras cosas, restándole atención al torero, pues el resultado no fue motivante para el diestro, que se retiró en silencio luego de pasaportar a su enemigo de un estoconazo.
El que anduvo de vena fue Sergio Flores que, como José Mauricio, vino a confirmar el buen momento por el que atraviesa, justo antes de emprender su viaje a Francia, donde le esperan dos importantes compromisos en las próximas semanas.
La mejor faena de la noche, la más entonada y diversa, fue la del tlaxcalteca al tercer toro de la noche, echándose a la bolsa al público a base de prolongados muletazos y remates variados que la hicieron en conjunto merecedora de dos orejas de ley. Lamentablemente, el de Pepe Huerta tardó en doblar tras una ración entera de acero, con ligera tendencia contraria, que requirió de tres golpes de descabello, antes de que le tocaran un aviso. Y así fue como el triunfo se esfumó.
El último ejemplar de la noche fue un manso perdido que puso en aprietos a las cuadrillas, que tuvieron que cubrir el segundo tercio de manera apurada, clavando sólo un palo por turno. Y pese al esfuerzo desplegado por Sergio Flores, la faena no creció en importancia e interés de los aficionados.
Así concluyó esta primera corrida de la reapertura de Monterrey, que espera tener mucho más que contar el día de mañana, en que están anunciados Uriel Moreno "El Zapata", Diego Silveti y Sergio Garza, el de casa, con toros de Arroyo Zarco.