El novillero jalisciense Luis Octavio López ya se encuentra en su casa luego de la cornada que sufrió el fin de semana en el cortijo "Los Fernández" de Guadalajara, y aunque parezca prematuro, ansía con reaparecer en la de Triunfadores del 16 de mayo, si es que logra estar contemplado por la empresa.  

Para Luis, nacido el 30 de junio de 1998 en Yahualica, Jalisco, este fue su bautizo de sangre, en un festejo donde cortó la única oreja de la tarde a un ejemplar de San Marcos.  

"No se me tenía que escapar este triunfo; era la única carta, me tiré a matar con decisión y por derecho, y así tenía que pasar. Había que ir por todas en la suerte", comentó el novillero.  

Tras ser dado de alta por el doctor Francisco Preciado, que lo atendió en el Hospital Siglo 21 desde su ingreso, López continuará en su casa el periodo de recuperación.  

"Me siento muy bien, la cornada fue de dos trayectorias, una de 15 y otra de 10 centímetros. Tengo los dolores normales de la misma, pero hasta ahorita todo bien. Esta cornada no me quitará la ilusión, ni tampoco las ganas de querer torear la de triunfadores", señaló.  

El novillero, quien se mira en el espejo de Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo, destacó que el certamen del cortijo "Los Fernández" se está llevando con mucha categoría y las orejas que se cortan son de mucho mérito.  

"Siento que la gente estuvo entregada y respetuosa conmigo. Yo me entregué en mi labor y la afición me respondió muy bien. El doctor me citó para el próximo lunes, fecha en que me pueden quitar el drenaje que me dejaron en la herida y me han echado ánimos de que si sigo sus indicaciones es probable que logre estar listo para la de triunfadores, siempre y cuando logre tener los merecimientos, ya que aun falta una novillada por realizarse, pero mientras tanto es un hecho que la fe la tengo intacta", apuntó.  

La afición por torear le viene al novillero desde pequeño, al asistir al único festejo al año que se realiza en su pueblo, por lo que no fue sino hasta terminar la Preparatoria que decidió emigrar y enrolarse en el 2015 a la Escuela Taurina Municipal de Guadalajara.  

"Ahí estuve tres años, empecé a torear en vacadas y festivales de escuelas taurinas, siendo mi debut como novillero con picadores el 1 de enero de 2018, en Lerdo, Durango y de ahí tengo una serie de novilladas en diferentes plazas, incluidas Guadalajara y Arroyo, quedándome con las ganas de debutar en Aguascalientes y La México el año pasado, que no ha podido ser por la pandemia", dijo.  

Hasta el momento suma 14 novilladas en su palmarés. En su preparación técnica ha contado con el apoyo de los matadores Arturo de Alba y Ernesto Castellón, quienes han confiado en él y espera no defraudarlos.