El contador Pablo Valle falleció este viernes en la Ciudad de México, como consecuencia de una enfermedad renal, a los 78 años de edad, y su partida obliga a recordar la época en que fue dirigente de la Asociación Nacional de Matadores, donde trabajó por espacio de 14 años, tiempo en el que se consiguieron varios logros importantes.

Pablo Valle Torres nació en esta capital el 12 de marzo de 1942. En su labor como representante del comité ejecutivo, don Pablo fue el encargado de recibir el terreno en el que se edificaron las actuales oficinas de la agrupación, mismo que fue donado por el entonces regente del Distrito Federal, Ramón Aguirre Velázquez. El encargado de la obra fue el arquitecto Mario del Olmo. Años más tarde se construyó el auditorio "Silverio Pérez", en lo que era un jardín interior del predio en cuestión.

Valle ingresó a la Asociación a trabajar en su faceta de contador cuando el matador Raúl García llevaba los destinos del sindicato (1974-1978). Posteriormente, se quedó en el cargo hasta el año de 1992, cuando llegó a sustituirlo el matador Alfredo Leal.

Durante su gestión se consolidó la corrida de la "Oreja de Oro", que comenzó a organizarse en Tijuana con las presencia de las figuras de aquella época, y en la Plaza México también realizó tres corridas de este tipo, a fin de atraer recursos a las arcas de la agrupación. Por cierto, en los 56 años de historia del sindicato, ha sido el único dirigente que no ha sido torero.

En la imagen que ilustra esta información, captada por nuestro compañero Pepe Pelayo, se le ve en compañía de los matadores Luis Fernando Sánchez, Gabriel González "El Gabo", Mauricio Portillo, Ismael Gómez "Mayito", José Luis Herros y Antonio Urrutia, antes del comienzo de una corrida por la "Oreja de Oro" en el desaparecido coso "El Toreo" de Tijuana.

Su cuerpo será cremado y sus cenizas serán depositadas en la cripta familiar. Deja a su viuda, la señora Virginia Vázquez y a sus hijos Víctor Madai y Bladimir Mauricio. Desde aquí enviamos nuestras condolencias a su familia y amigos por esta irreparable pérdida. Descanse en paz.