Con la brillante reaparición en ruedos ecuatorianos de Uceda Leal y una entonada faena de Daniel Luque se saldó el segundo festejo de la feria de Latacunga. Un complejo lote de toros con los hierros de Huagrahuasi y Triana reclamó de sus lidiadores entrega y claridad de ideas.
El quehacer más completo de la tarde corrió a cargo de Uceda Leal que mostró la clase que atesora y la solera que ahora le acompaña. Obtuvo un trofeo del primero luego de veroniquear con elegancia y torear de muleta con oficio. Los doblones iniciales prepararon al astado para tres compuestas series con la diestra, en los que procuró conducir la embestidas con cuidadoso ritmo.
La faena cumbre de la tarde fue con el corrido en cuarto lugar, Altanero con la divisa de Triana. Saludó a la verónica a pies juntos y disfrutó manejando la tela roja con pasmosa lentitud y temple en asoleradas tandas rematadas con estupendos pases de pecho. Faena de artística forma y profundo contenido, desde la verticalidad propia de la personalidad de Uceda Leal hasta su sentida expresión taurina. Estoqueó en lo alto y recibió las dos orejas.
Así la cosas, el sevillano Daniel Luque plantó cara a su primero con determinación y firmeza desde los seis lances a la verónica que conjuntó con su capote. Pese a las molestias del viento, en los terrenos de las tablas, recaudó buenos muletazos por el pitón derecho, como también al natural. Emocionante resultó el uso de la diestra sin el ayudado, en dos secuencias en redondo que impactaron en el graderío por la quietud de las zapatillas y el desmayo de los pases. Tras una estocada de rápido efecto recogió dos apéndices. El quinto no le ofreció opción y debió abreviar.
El joven coleta peruano Joaquín Galdós, sorteó un lote deslucido, inclusive el sexto debió ser devuelto. Ni el tercero de lidia ordinaria, ni el sexto bis, le permitieron lucirse; pese a ello, escuchó palmas.
El caso es que la corrida fue determinada por la clase de Uceda Leal y la inteligencia de Luque que, confirmó el buen momento profesional que vive. Uno y otro abandonaron la plaza a hombros.