Cuando se levante la pandemia del coronavirus y se haga el balance final de cómo afectó a la fiesta brava en este año, habrá que destacar también la labor titánica de quienes idearon y dieron forma al llamado "Torotón Mexicano", único en el mundo sin precedentes, que reunió en julio y noviembre a más de 50 toreros en dos fines de semana largos.
El más reciente, con la participación de 52 espadas y la lidia de 56 toros de ganaderías de primera línea, es casi el equivalente a una Feria de Aguascalientes de nueve festejos, solo que aquí es a puerta cerrada y una mínima cantidad de participantes fuera del ruedo, como son los propios ganaderos.
Lo que daría toda esa afición por poder apreciar en vivo o, aunque sea por internet, esos cinco días consecutivos de toros, con toreros mexicanos, rejoneadores y novilleros incluidos, que ya están colocados o buscan posicionarse mejor en el escalafón taurino.
Aunque, a decir verdad, la pandemia también los ha afectado y algunos de ellos que no han toreado ni en las ganaderías, esta actividad les permite "soltar los brazos" y torear sin la presión del público en vivo en el tendido o en las redes sociales, lo cual les ayuda también en su preparación de cara al futuro.
"Principalmente está motivado por la época que estamos pasando y con el deseo que se dé un mensaje de unidad de la fiesta de toros en México. Que sepa el público que aquí se apoya la Fiesta y a los toreros mexicanos", dijo el matador en retiro Manolo Mejía, quien tuvo a su cargo una vez más la organización de este evento, que antes se había llevado a cabo en el mes de julio.
"El Torotón tiene también como objetivo apoyar las distintas fuentes de trabajo, desde la ganadería donde los vaqueros participan, los transportistas y en la plaza la gente que labora en ella en los desembarques, por ejemplo. La idea es seguir apoyando a la gente para que haya fuentes de trabajo, con esto se generan empleos con los torileros, areneros, la gente de la cuadra de picadores, la de limpieza y de alimentos dentro de la plaza, ya que, siendo un evento tan largo, los toreros llegan desde temprano en ayunas y según como les va tocando su turno, van consumiendo sus alimentos", agregó Mejía.
"La verdad que estoy muy contento de poder realizar este reto y poder armar una logística que no es fácil. Se hace una logística por región de donde proceden los toros, desde el norte hasta el centro de la republica y al final los estados más cercanos para ir llenando y vaciando los corrales de cada tarde. Algunos toros dieron un gran juego y otros quedaron a deber, pero a finad de cuentas fue todo muy interesante.
Se contó con una gran participación con el único deseo de apoyar a la fiesta y de contribuir a que se pueda dar este tipo de eventos, teniendo como principal objetivo a los ganaderos donado la bravura de sus toros y a los toreros de manera gratuita, con el fin de prepararse y seguir sumando experiencia en su tauromaquia", agregó el matador en retiro y organizador del maratónico evento.
Además de mostrar la unión que priva entre las agrupaciones de matadores, picadores y banderilleros y ganaderos, de difundir la fiesta, aunque sea en una reseña general, también se busca que sigan saliendo toreros nuevos que lleguen a figurar en carteles postineros cuando la normalidad vuelva…
"Todo esto motiva a que quienes actúan estén toreando, preparándose unos y dándose a conocer otros a los que se les esté observando y si esto llega a realizarse de una mejor manera como estaba anteriormente, se pueda pensar en realizar algunas corridas y darles la oportunidad de que aprovechen este tipo de escaparates como parte de su proyección en sus carreras taurinas", señaló.
A manera de balance final en cuanto a los toreros, Mejía apuntó que unos están toreando muy seguido en el campo o ya comienzan a torear en plazas de toros y por lo mismo no acusan la falta de actividad ya que "están preparados, toreando con ritmo", pero que, a otros, los que no están toreando con frecuencia, definitivamente sí andan un poco fuera de sitio.
"Torean con dedicación, pero les hace falta verle la cara al toro, como que no están pendientes de su técnica, del ritmo en el movimiento del cuerpo, pero al final lo que importa es la actitud y las ganas de “querer ser”, tratando de aprovechar esta oportunidad y que pongan en práctica algunas cosas que les venga de su inspiración y tratar de hacer lo mejor posible su labor dentro del ruedo".
Advirtió que lo que sí es evidente es la falta de entrenamiento con la espada, ya que algunos estuvieron muy deficientes con el acero que, hasta cierto punto, es lógico. "Esa sería la única recomendación para todos: entrenar con la espada".
Finalmente, Manolo agradeció a todos los ganaderos y matadores que han creído y que se sumaron por segunda ocasión en el año a este titánico proyecto histórico, en tiempo de pandemia.