A iniciativa de Claudia Rivera Vivanco, presidenta municipal de Puebla, se realizó el foro: "Espectáculos Taurinos en el Municipio", ejercicio público con carácter democrático donde se analizaron distintas posturas, tanto a favor como en contra, en torno a la pertinencia y continuidad de la Fiesta en esta región.
De esta manera, Liza Elena Aceves López, así como Gerardo Ríos, fungieron como moderadores del debate que contó con la presencia de José Saborit y Enrique Núñez Quiroz, quienes argumentaron a favor de la tauromaquia, mientras que Antonio Franyuti, como Adriana Cossío, dieron a conocer los puntos prohibicionistas.
En dicho foro de opinión, en formato de preguntas y respuestas, se inició la sesión alrededor de tres tópicos, a saber si deben continuar las corridas en el municipio, los beneficios de su permanencia o cancelación y la compatibilidad de la Fiesta con la sociedad actual en esta ciudad.
En ese sentido Cossío, ponderó la prohibición arguyendo, desde su perspectiva, la sensibilidad, además del temor del toro bravo, elementos como desventaja durante las distintas facetas de la lidia, que se contraponen a su estado de bienestar animal mediante la diversión a través de un dolor innecesario.
En su turno Cossío enfatizó que existen otras formas de supuesta "diversión" para los aficionados, arguyendo también que las fuentes de empleo que genera la tauromaquia, tienen carácter temporal, con la petición de un desarrollo moral dentro de las costumbres y aficiones de los ciudadanos.
Por su parte, Pepe Saborit abogó en todo momento por al diálogo abierto que retroalimente ambas posturas, donde prevalezca el derecho de las minorías al disfrute de su espectáculo predilecto en el que no se vulnere ni viole derecho alguno, ya que el bien entendido contexto la tauromaquia es generadora directa de bienestar animal, aunque este argumento no lo comprendan los antitaurinos debido a su forma tan radical de pensar.
Saborit argumentó sobre la necesidad y un adecuado conocimiento que permita comprender a las dehesas como un espacio de preservación de distintas especies animales, que giran alrededor del toro bravo, amén de que se dijo a favor de una regulación y no prohibición que beneficie a los sectores involucrados.
Antonio Franyuti se limitó a exponer su participación sobre los supuestos instrumentos de tortura que se utilizan durante la lidia y que provocan el supuesto sufrimiento del toro, en un turno con hilo argumental de prohibición por encima de cualquier otro argumento que intervenga en el análisis del espectáculo.
En la sesión con formato de informe que se distará ante el cuerpo de regidores, el ganadero Enrique Núñez cuestionó la doble moral de parte de cierto sector involucrado, pues este criterio no debe ser el eje rector de una actividad que se nutre, de suyo, de diversos valores de contenido cultural.