De forma invariable el dibujo sirve como forma de manifestación desde épocas pretéritas, diversos testimonios históricos han quedado grabados de numerosas maneras con variadas herramientas, donde a partir de 1894 el cómic nace como un nuevo modo de expresión, derivado de las disciplinas artísticas, latente hasta la fecha.

Los autores de cómic, guardianes de una esencia pop, artística y literaria, se han servido de las fuentes del toreo desde finales del siglo XIX, tanto en los países con una marcada tradición taurina, como en los ajenos, caso de Japón o Estados Unidos de América que revelan la fuerza de la tauromaquia sobre su imaginario colectivo.

Sin menoscabo de ninguna publicación, se realiza un sucinto recorrido de las ediciones que concretan el encuentro de dos culturas: El 1917 nació en España el "TBO", revista que terminó dando nombre a un género propio, donde en su cuarto número ya aparecen viñetas con referencias al mundo de los toros.

Martínez de León con su popular personaje "Oselito" realizó una crítica social y política de su tiempo, un personaje típico sevillano con sombrero cordobés y vestido de traje corto andaluz que narra a un amigo los males que existen en el toreo; con este y otros títulos se constituye las primeras novelas gráficas españolas.

Mención aparte merecen los cómic de terror norteamericano, en 1951 aparece la historieta Boom steer, Feldstein, un torero zombie, putrefacto, sujeta a un aterrorizado torero vivo, al tiempo que en segundo plano un toro zombie, igualmente putrefacto, se acerca para cornearlo.

Referencias taurinas contienen Superman, Batman, Capitán América y la Mujer Maravilla, en los años 60 la editorial Marvel, rival de la DC en la que aparecen los héroes anteriores, dirigida por Stan Lee, comenzaría a completar el imaginario colectivo de súper héroes no menos emblemáticos Spiderman, Daredevil, Wolverine, Deadpool, donde el toro sería un antihéroe ideal, si además había ocasión de que apareciese Hemingway, el relato resultaba perfecto.

"Atonishing Tales" No. 54 (1964), guion de Stan Lee, en donde los superhéroes Hombre Hormiga y La Avispa viajan a un imaginario país sudamericano para encontrarse con un dictador (comunista) apodado "El Toro" y que se enfrenta a ellos embistiéndoles cual Miura con su extraño gorro con cuernos. 

Innumerables personajes como Archie, el Pato Donald, Félix el Gato, Tarzán, la Hormiga Atómica, X-Man y por supuesto, varias referencias de los personajes de Los Simpson. El toro en los cómics en su mayoría como pretexto el peligro, la situación cómica o la referencia a lo hispano, donde toros y toreros llegan a ocupar un lugar fundamental dentro de este arte revelador de la cultura popular.