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Efemérides: Un padrino y dos ahijados

Jueves, 27 Ago 2020    Monterrey, N.L.    Martín Banda | Foto: Archivo   
Curro Rivera doctoró a Spínola y López Rivera hace exactamente 20 años
Hoy se celebra por partida doble el vigésimo aniversario de alternativa de los matadores Fermín Spínola Óscar López Rivera, de manos del maestro Curro Rivera, quien aquella tarde volvía del retiro a vestirse de luces en la plaza "El Paseo- Fermín Rivera" para apadrinar a ambos novilleros.

Fue en la corrida la del 27 de agosto de 2000, bajo un sol abrasador y lleno en los tendidos de un público ávido de volver a disfrutar del toreo en cámara lenta del torero potosino, quien en su tierra siempre fue muy exigido por sus paisanos. La corrida se firmó con un triunfo para la terna, quienes cortaron dos orejas cada uno y al final salieron a hombros de los aficionados.

Spínola, el primer ahijado

Spínola, nacido en la ciudad de México el 11 de octubre de 1977, se convirtió en matador con el toro "Cadete", número 111, de la ganadería de Claudio Huerta, y así lo recuerda:

"Fue una tarde muy bonita. Un sueño hecho realidad, en una plaza, una feria importante y con una figura del toreo. El maestro reaparecía después de unos años de estar inactivo y era precisamente para darnos la alternativa. Óscar y yo fuimos los más destacados de la Feria del Novillero y Curro, que estaba muy sumado al proyecto de la feria primero con Delicados, luego con Telmex y luego con lo de su escuela en San Luis, y yo con el maestro Joselito Huerta, todo se conjugó para que, a nosotros, siendo los triunfadores, nos diera la alternativa en la misma fecha". 

Un detalle de la alternativa de Spínola fue cuando Curro llamó como testigo de honor de la ceremonia a Joselito Huerta, quien había sido su padrino de alternativa en 1968 en Torreón, y en ese momento fungía como maestro y apoderado del todavía novillero capitalino.  

"La faena a mi primer toro la tenía hecha, pero lo pinché. Pero al segundo le corté las dos orejas. Estos 20 años que se conmemoran han sido para mí en lo personal muy satisfactorios. Obviamente uno quisiera más, pero yo no vengo de una familia de antecedentes taurinos y el camino fue más complicado. Después de todo las metas que me puse, las cumplí, se lograron, hubo muchos objetivos que se concretaron muy bien. Mi carrera ha sido de mucha vergüenza como torero, de altibajos, por diversas circunstancias taurinas y extra taurinas, pero ha sido una carrera muy bonita y de la cual me siento orgulloso y obviamente que algún día me gustaría cerrar el ciclo y despedirme delante del público". afirmó Spínola.  

Desde hace 15 años Fermín reside en Querétaro, y está casado con Carolina Rivera Villanueva, hija de su padrino Curro, con la que tiene dos hijos: Francisco Javier, de 13 años y Camila, de 10.  

"Javi ya anda con el gusanito del toro y ya le empieza a gustar esto de torear en el campo. Ya me dijo que quiere ser torero, pero obviamente no se ha entregado al cien por ciento, pues apenas acaba de entrar a la Secundaria, y sólo el tiempo lo dirá. Desde luego que yo no lo presiono, ni estoy sobre él para que tome una decisión, hay que darle tiempo y dejarlo a su aire", afirmó.  

Spínola confirmó su alternativa en la Plaza México el 9 de diciembre de 2001 y en Las Ventas de Madrid, el 12 de octubre de 2011.  

López Rivera, el segundo ahijado

Por su parte, el regiomontano Óscar López Rivera fue el segundo ahijado de aquella corrida memorable en San Luis e históricamente se convirtió en el último ahijado de Curro Rivera, quien falleció a consecuencia de un paro cardíaco en la ganadería de Fermín Rivera, el 23 de enero de 2001, apenas cinco meses después de esa tarde.  

"Recuerdo que fue una tarde que todos soñamos, la de la alternativa. Que el maestro haya regresado para dármela fue la cereza en el pastel de aquella etapa como novillero. Fue una tarde soñada, que los tres toreros pudimos salir a hombros, en la ciudad donde hice gran parte de mi carrera como novillero ya que viví ahí cerca de ocho años y en una plaza a la que le tengo mucho cariño.  

Las cosas se nos dieron bien a los tres. Fermín y yo veníamos muy embalados con la Feria del Novillero, fue una tarde redonda con la que todos los toreros soñamos al convertirnos en matadores de toros y salir a hombros al lado del maestro Curro fue inolvidable", dijo López Rivera.  

El toro de la ceremonia se llamó "Lagunero", pesó 498 kilos, y también fue de la ganadería de Claudio Huerta, como el resto del encierro.  

"Logré hacerle una buena faena y le corté las orejas. El segundo de mi lote era burriciego, pero aun así le saqué faena y lo maté después de dos pinchazos", recordó.  

El regio tomó la alternativa con 20 años recién cumplidos, apenas una semana antes, pues nació el 19 de agosto de 1980.

"Al cambiar los trastos, mi padrino me dijo que ahora sí ya estaba labrando mi propio camino; que me deseaba la mejor de las suertes en lo que venía por delante y que iba a depender de mi en convertirme en figura del toreo. Fue un momento bonito para el maestro y para mí, ya que él tenía anhelos de que alguien se hiciera matador de la escuela Fermín Rivera y me tocó a mí, así que aquella fue una tarde que llevo grabada en mi memoria y mi corazón".

López Rivera confirmo la alternativa en la Plaza México el 14 de mayo del 2006, con el toro "Muchas", de La Cardenilla, casualmente con Fermín Spínola de padrino, y el guanajuatense Ismael Rodríguez, como testigo. No confirmó en Madrid.

"Fue una época muy bonita, son pocos los privilegiados que pueden seguir toreando. Yo decidí dedicarme a lo que era mi carrera como arquitecto, y no me arrepiento de nada porque disfruté mucho el tiempo que estuve toreando. Fue una época muy buena que me hizo crecer como persona. El toro hace que madures y estoy muy agradecido con lo que me dio la Fiesta. Ahora estoy dedicado a mi carrera, a mi negocio, que es la construcción, y en sacar adelante a mis hijas, de 8 y 4 años. La vida ha sido muy grata conmigo y me ha ido bien. Cuando iba a nacer mi primera hija decidí dedicarme de lleno a la arquitectura. Por eso tomé la decisión de disfrutarlas y estoy muy contento por eso", señaló.  

El regio lleva siete años de no vestirse de luces y actualmente se ha convertido también en un experto triatleta, donde combina la natación, la bicicleta y el trote, deporte que lo ha llevado a realizar varios certámenes de Iron Man por el mundo. Se dice pronto, pero para eso hay que tener un carácter y una determinación que aprendió en su paso por el toreo.

Y ahí están contentos, cada uno en lo suyo, recordando aquella doble alternativa en la centenaria plaza potosina, el día que una gran figura los convirtió en matadores de toros.


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