Desde luego que el empresariado taurino está indignado y se ha tomado esto como una broma de mal gusto, ya que resulta inviable, y hasta absurdo, emplear una norma como la que sugiere la autoridad durante la desescalada. Con esta medida evidencia su rechazo a los toros, uno de los sectores más afectados al que no se ha puesto ninguna atención.

En un "experimento" hecho recientemente en la plaza de Las Ventas por la empresa Plaza 1, según afirma Simón Casas en Aplausos.es, en un espacio de nueve metros cuadrados solamente cabrían un total de seis espectadores. Eso quiere decir que aplicar esta norma implicaría solamente poder utilizar el 8 por ciento del aforo total de la plaza. Así que si en Las Ventas caben unas 23 mil 500 personas, estamos hablando de una cifra de solamente mil 880 boletos vendidos.

La queja generalizada entre los empresarios de España es que el Ministerio de Cultura, al que está adscrita la tauromaquia, tendría que ser tratado como a cualquier otro similar, como es el caso del cine, el teatro o la música. Pero no es así, no obstante que los representantes de las agrupaciones taurinas ya han sostenido algunas reuniones virtuales con su titular, el filósofo José Manuel Rodríguez Uribes, que da la impresión de no estar aplicando una lógica en todo este complejo asunto.

Asimismo, Simón Casas, entre otros protagonistas, insiste en que no ve viable la celebración de corridas de toros formales a puerta cerrada, sin público, como ya pretende la televisora Movistar con la finalidad de no perder abonados y tratar de paliar, en escasa medida, las graves pérdidas económicas en el sector taurino. Por su propia naturaleza, los toros son un ritual concebido para ser celebrado con público.