Uno de los sectores de la familia taurina a quienes el parón obligatorio de la pandemia del covid-19 ha afectado en gran medida, es a los miembros de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, ya que sus ingresos, que no son muchos, dependen de sus actuaciones.

El secretario general de la agrupación, Juan Ramón Saldaña Acosta, afirmó que la situación no está nada fácil para los 140 miembros que tiene registrados y se pronunció a favor de que más adelante los sectores taurinos, incluidos ellos, se reúnan y traten de llevar a buen puerto esta difícil situación económica que se avecina.

"Nosotros dependemos de las cuotas de actuación y los fondos de reserva. Con esta suspensión se habrán perdido los ingresos de aproximadamente 40 o 50 festejos, lo que significa una cantidad importante de dinero", señaló.

Es preciso señalar que los fondos de reserva que ingresan a las arcas de la UMPyB son pagados por corrida por parte de la empresa y estos son de 3 mil 200 pesos en festejos mayores y de mil 700 pesos por novillada.  

Por su parte, las cuotas de actuación que paga cada miembro de la agrupación es de 135 pesos y de 120 pesos si se trata de una novillada o festival. Trimestralmente cada miembro debe cubrir 2 mil pesos al año. De ahí que este dinero que se va juntando sirve para liquidar los retiros de los miembros que han cumplido su ciclo o aquellos que se retiran voluntariamente.

En tanto que los sueldos que perciben los toreros de plata son pagados íntegramente por los propios matadores de toros a quienes sirven en su cuadrilla y estos fluctúan entre 2 mil 200 y 2 mil 500 pesos en corridas de toros y de 2 mil a 2 mil 500 pesos en novilladas y festivales.

Sólo como punto de comparación, en España un torero de plata ingresa aproximadamente 900 euros por corrida, algo así como 23 mil 265 pesos al tipo de cambio el día de hoy.

Se sabe que matadores como Juan Pablo Sánchez, Fermín Rivera, Octavio García "El Payo", Arturo Saldívar, Joselito Adame, Sergio Flores y el aún novillero Diego San Román, entre otros, pagan a los miembros de su cuadrilla entre 2 mil 500 y 3 mil pesos por festejo.

Quienes tienen un poco de respiro en su situación económica son algunos y contados picadores, aquellos que están colocados en alguna ganadería para realizar las labores de tienta. Ellos reciben aproximadamente 7 mil pesos por tienta.

"La mayoría vivimos del toro, por eso nos está perjudicando mucho esta situación. Ahora sí que cada quien sabe lo que pueda ahorrar durante el año, pero al estar ya en una situación como esta, la verdad que sí está muy complicado", agregó Saldaña Acosta.

Por eso señaló que en un tiempo prudente, será necesario que tanto empresarios, ganaderos, matadores y subalternos se reúnan para hablar qué se va hacer para salir adelante.

"Primero Dios esperemos que ya esto se acabe para poder reunirnos, platicar y unificarnos todos,  irnos a una sola línea y andar en el mismo carro", recalcó.

Saldaña está consciente que en cuanto esto pase, tendrán que salirle al toro, para "empezar a trabajar con muchas ganas", aseveró.