Probablemente no hay en toda la poesía de la llamada Generación del 27 un texto taurino más conocido que el famoso "Llanto" lorquiano. Seguido, tal vez, de las "Chuflillas del Niño de la Palma" de  Rafael Alberti y de "Torerillo en Triana" de Gerardo Diego. Pero en los dos primeros autores el tema de los toros, con ser importante, no dejó de responder a estímulos más o menos ocasionales.

Gerardo Diego parece acercarse al fenómeno desde la posición de aficionado cabal, como degustador de la corrida, y no sólo desde el prisma puramente cultural y estético desde el que se acercaron otros escritores de la época. Prueba de ese fervor personal, y en él literariamente recurrente, ya que dedica al asunto algunos libros específicos como "La suerte o la muerte" o "El Cordobés dilucidado".

 

En este libro "Poesías y prosas taurinas" se recopilan tanto las facetas táuricas como taurinas desde el ámbito del verso y también desde el de la prosa; es decir, desde la sensibilidad lírica o del deslumbramiento emocional, pero también desde una perspectiva más analítica y en cierto modo teórica de aquel que piensa y se pronuncia discursivamente sobre los toros.

Se ocupa por igual tanto de toreros antiguos, a los que apenas llegó a ver torear como Joselito "El Gallo" como de otros rigurosamente contemporáneos suyos, caso de Belmonte, Domingo Ortega, Chicuelo, Manolete, Pepe Luis Vázquez, Aparicio o Dominguín  e incluso de algunos extremadamente jóvenes en relación con la edad del poeta, caso de El Cordobés o El Viti.

Se interesa, desde luego, y de modo preferente, por la personalidad de los espadas, pero no se deja en el tintero otros aspectos fundamentales de la fiesta como la condición del toro, el dramatismo de las cornadas, el papel de las cuadrillas, la variedad de lances, las diferentes suertes de la lidia o los espacios taurinos (cosos y plazas de tienta, dehesas y cortijos, faenas camperas).

Un total de 107 poemas (84 de "La suerte o la muerte" 17 de "El Cordobés dilucidado" y 6 de "Carmen jubilar") que reflejan magistralmente muy diferentes aspectos del complejo fenómeno taurino y que ilustran en buena medida lo más relevante de la historia del toreo del siglo XX, captada en verdaderas instantáneas líricas por un espectador de excepción.

En cuanto a su obra en prosa, el libro recoge un total de 53 textos, la mayoría de ellos extraídos de periódicos y revistas en las que Gerardo Diego colaboró de manera esporádica pero abundante. Son por lo general artículos breves, centrados en un torero, un acontecimiento o un motivo taurino ocasional, escritos en un tono ensayístico y ligero.

El libro, cuidadísimo en la calidad del papel, en la disposición formal de los textos que en suma constituye un valioso documento para el lector interesado en la literatura taurina, que por primera vez tiene la posibilidad de acceder a esa específica pero extensa parcela temática del autor.

Diego Cendoya, Gerardo. "Poesías y prosas taurinas". Editorial Pre Textos. Valencia. 1996.