La lucha que está sosteniendo Lorenzo Garza Gaona afuera de la Plaza México sólo tiene una dirección: sin retorno, pues su intención es resistir de manera pacífica en huelga de hambre hasta que se logre convencer de que, la razón, siempre es superior a la injusticia.
A cuatro días de que se plantó pidiendo una oportunidad para confirmar su alternativa como matador de toros en la Temporada Grande, Garza Gaona ratifica que si su abuelo Lorenzo Garza y su bisabuelo, Rodolfo Gaona vivieran, se sentirían muy orgullosos de él.
"Ahorita ellos me están viendo desde arriba orgullosos de saber que estoy peleando por lo que quiero y que estoy luchando, porque eso es algo de la familia, el carácter y la decisión de no dejarse vencer. Así lo demostraron los dos a lo largo de sus respectivas carreras", dijo.
Contemporáneo a ellos, hace casi 100 años, en la India, Mahatma Gandhi se convirtió en un ícono de la resistencia pacífica por sus 17 huelgas de hambre que sostuvo por diferentes causas … y de todas ellas salió avante. Hoy Garza Gaona parece emular a aquel hombre de baja y frágil figura, y tomar el estandarte de todos aquellos matadores que no se atrevieron a alzar la voz, en su tiempo, por el temor a ser ignorados y, al final terminaron olvidados.
Esta decisión la tomó de manera unilateral, pues ni siquiera la comentó con su apoderado, el matador retirado Rafael García, al que el lunes por la mañana le dio las gracias por haberlo apoyado durante tanto tiempo. Y se despidió de él con mucha gratitud y el ánimo de no afectar sus intereses, una vez que éste había tocado todas las puertas necesarias pidiendo esta oportunidad.
Lorenzo sabe que en otra época se plantaron afuera del coso otros toreros en huelga de hambre y sólo uno alcanzó un nombre imborrable para el recuerdo: Rodolfo Rodríguez "El Pana".
"Quienes me han visitado me comentan que soy el primer matador aquí en la México que hace esto. Otros, como el maestro Pana, de novilleros, sí tuvieron éxito", señala un cada vez más delgado físicamente, Lorenzo Garza, y cuenta que la idea de ponerse en huelga de hambre no fue una decisión de un día para otro, de hecho, se vino preparando en su alimentación para afrontar el reto.
"Lo último que comí fue un par de quesadillas el lunes a las nueve de la mañana antes de venirme para acá. Todos piensan que fue así de repente, pero no. Toda una semana antes me estuve preparando y fui dejando de comer. Del lunes al jueves de la semana anterior hice dos comidas y una colación, el viernes dos comidas, y el sábado y domingo previos, sólo una".
Ya un medico enviado por el doctor Jorge Uribe, de la Asociación de Matadores, estuvo con él para constatar sus signos vitales y su estado físico en el que se encuentra. "Me dijo que estoy bien, que mi fortaleza física por el ejercicio que hago me mantiene a flote. Me dice que tardo más en debilitarme como es normal y de momento solo tengo gastritis, dolores y debilidad corporal, pero de ahí en fuera estoy entero".
Como es lógico en estos casos, Lorenzo no la está pasando bien. Las noches son frías e inclementes, como los son también los rayos solares del mediodía, que en esa parte donde él está sentado, pegan con fuerza.
"Todo el día lo paso aquí afuera de mi casa de campaña, en una silla para que me estén viendo las personas y sepan que estoy presente y echándole raza. Por las noches me meto a la casa de campaña, meto mi sillita plegable y en una bolsa de dormir, a la que me meto vestido, con el suéter y la chamarra puestos, y solamente me quito los zapatos".
Aunado a los miedos que se viven en el ruedo, frente al toro, por las noches Lorenzo tiene que hacer frente a la soledad y a la delincuencia que se vive, como en todas partes del país. Nadie lo vigila ni acompaña de noche.
"En el día viene a veces mi papá, pero en las noches estoy solo…. Esta es mi lucha y soy yo el que tiene que pasar aceite aquí así, a veces se da un rondín la patrulla y se asoman a ver si estoy bien. Yo sé, es un riesgo asumido y es parte de que me la tenía que jugar y ni modo", dijo.
No falta quienes en estos momentos de angustia y desesperación todavía se atreven a desearle el mal: los antitaurinos. "Aquí han estado y me graban en video como queriéndome provocar. No me lo dicen directamente, pero mientras grababan les escuché decir cosas muy desagradables y no les presté demasiada atención; preferí no seguir su juego. Estuvieron aquí como cinco horas y dijeron que volverían", agregó.
Por otra parte, Lorenzo aún no se ha entrevistado con ningún empleado de la empresa, según refiere: "Todavía no he hablado con nadie de la empresa. Ya es jueves en la noche y espero que próximamente haya un contacto. Yo puedo estar aquí el tiempo que sea necesario, pero no me voy a ir sin mi contrato firmado; no hay vuelta de hoja, no hay nada que me haga ceder. Estoy aquí por vocación y mi argumento principal es que yo triunfé en la Plaza México, corté dos orejas a un novillo y luego a otros. Fui triunfador en una temporada de novillero y no comprendo que no me tomen en cuenta para confirmar mi alternativa", aseguró.
La huelga de hambre de Garza Gaona continuará previo a la tercera corrida de la temporada y confiado en aquellas luchas que sostuvo Gandhi, confía en que también esta tendrá un final feliz: "Hay tantas personas que me han venido a visitar que es increíble. Siempre hay alguien aquí durante el día que está apoyando la causa y les he dicho que no estoy comiendo pero que me están alimentando mucho el alma y que eso me da mucha fuerza para seguir adelante con esta lucha. Estoy aquí para resistir", finalizó.