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"Pienso todo el día en el toro": Julián Garibay

Viernes, 20 Sep 2019    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
El jalisciense comparte sus experiencias en la escuela de Colmenar
De la pléyade de toreros mexicanos que hacen campaña en España, en la finca de Zahurdón, en Colmenar Viejo, se prepara el tapatío Julián Garibay con el entusiasmo de convertirse, algún día, en la nueva figura de México.

Nacido el 16 de agosto del 2001 en Guadalajara, Jalisco, se podría decir que Garibay nació para ser torero, puesto que desde los siete años fue inscrito a la Academia Municipal de Guadalajara, donde permaneció gran parte de su niñez y adolescencia.

"Prácticamente he vivido casi toda mi vida ahí, aunque luego, cuando el matador Antonio Bricio salió de la Academia de la que fue director, tomamos la decisión de irme a vivir a la ganadería de San Constantino, a donde llegó como administrador, y en la que el ganadero Juan Pablo Corona me ha permitido formarme y vivir en torero, ayudando en las labores del rancho y toreando en todas las tientas, lo cual le agradezco mucho", comentó el joven aspirante a novillero tapatío.

Fue ahí, en San Constantino, donde Garibay continuó entrenado, con la firme idea de avanzar en el proyecto que le presentaron.

A su vez, en el pueblo donde está enclavada la dehesa de Juan Pablo Corona, en Soyatlán del Oro, en el municipio de Atengo, Jalisco, donde Garibay siguió sus estudios básicos, antes de que se le presentara una nueva oportunidad para seguir avanzando en el toreo.

"Tuve la oportunidad de debutar el 6 de agosto de 2016 en una novillada sin caballos de la ganadería El Batán, en la Plaza de toros de Cinco Villas en el Estado de México y afortunadamente en este tiempo logré torear cuatro novilladas en total", agregó.

Pero la suerte todavía le deparaba algo importante al joven aspirante a novillero.

"De regreso en la ganadería, un día tuve la oportunidad que el matador Jacobo Hernández fuera a un tentadero a San Constantino y me viera torear y de ahí nos comentó sobre un proyecto que había aquí en la Escuela de Colmenar Viejo, de venir a prepararme junto con el matador Carlos Aragón Cancela, quien es el director, y hacer un proyecto similar a como lo han hecho con Isaac Fonseca, al que ellos apoderan.

"Me dijeron que estaban buscando jóvenes para impulsarlos y se presentó la oportunidad que viniera yo para acá", comenta el torero de 18 años, que ahora vive en la finca de Zahurdón, de la ganadería Flor de Jara, propiedad de su mentor, Carlos Aragón Cancela, a las afueras de Colmenar Viejo, tierra de toros y en particular donde pastan los de sangre Santa Coloma.

"Somos entre 20 y 25 alumnos y gracias a Dios por lo menos desde que llegué aquí en mi primer mes tuve contacto todas las semanas además de la oportunidad de hacer varios tentaderos, junto con los compañeros".

En todo este tiempo, desde su debut sin caballos, Julián ha participado en ocho novilladas como aspirante y en seis clases prácticas, que es una variedad a la vista de los aficionados.

Con toda esta preparación el mexicano fue incluido en el Certamen novilleril "Camino a Las Ventas", donde tuvo una destacada actuación en estas clases prácticas, pero quedó a escaso margen de tener su ansiado debut en el coso de la Calle de Alcalá.

"Me quedé fuera de la Final, pero participé en el certamen y tuve la oportunidad de tener, yo creo, un buen lugar dentro de esta competencia, y gracias a eso esperemos que el siguiente año volverlo a torear por aquí", señaló.

Garibay se considera un torero variado, entre artista y valiente: "Trato de ser una mezcla entre los dos, un promedio entre ambos y sobre todo que predomine la variedad tanto con el capote como con la muleta", indicó.

Cuenta que el vivir en una ganadería y sobre todo si es en España, tiene cierta ventaja sobre sus compañeros aztecas.

"Yo creo que sí hay una gran diferencia. Aquí sobre todo con la rivalidad, porque hay muchas oportunidades de torear y muchos que quieren ser toreros…  te tienes que buscar tu lugar tarde con tarde, día con día, en cada entrenamiento en las plazas y en los tentaderos, así como en cada clase práctica que hay, yo creo que por eso es la diferencia.

"En México he tenido la suerte de estar cerca de la ganadería, igual que aquí donde vivo, estando todo el día pensando en el toro y junto al toro. Me siento un privilegiado de estar aquí, de estar siempre con el toro. Gracias a Dios los compañeros que tengo son grandes rivales, he toreado con algunos de aquí de la Escuela y es como una regla de aquí siempre estar arreando y buscar siempre ser el mejor", afirmó.

De Colmenar Viejo la historia relata aquella tarde trágica del 30 de agosto de 1985, donde murió José Cubero Sánchez, mejor conocido como "El Yiyo", el torero de Madrid.

"Es un lugar muy taurino, donde la gente sabe mucho su historia, le gustan mucho los toros en esta región y es una Feria de la Virgen de los Remedios, tan popular e importante que ha sido considerada como la segunda plaza más importante de lo que es la Comunidad de Madrid", detalló el mexicano.

Por último, con mucha ilusión cuenta también que en los tentaderos y aún fuera de estos, ha tenido oportunidad de convivir con Paco Ureña, figura de los ruedos por su calidad y valor.

"He tenido este privilegio de estar con el maestro Paco Ureña desde México donde lo conocí y aquí en España he tenido la suerte de estar con él y acompañarle en Madrid la tarde que salió a hombros. He estado entrenando con él y me siento un privilegiado sobre todo por los consejos que me da, y que son los referentes a la disciplina y entrenar todos los días, siempre estar pensando en el toro y ¡volverte un loco de esto!", apuntó.

El plan de Garibay es seguir en España hasta el 30 de octubre, ya que antes tiene por torear dos fechas más: el 5 de octubre en Puerta del Rey, provincia de Burgos, y al día siguiente en Valencia. Así, un nuevo torero mexicano se va forjando, con mano dura, fuera de su tierra, pero siempre bajo el cobijo de los que saben lo que es ser figura.


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