Adolorido por la cornada, triste por no haber toreado su segundo astado, pero con el ánimo de que pronto podrá reaparecer, el torero yucateco Ángel Lizama "El Papo", se recupera tras la cornada sufrida la víspera durante la corrida en la Plaza Monumental de Mérida. 

El Papo sufrió una cornada de dos trayectorias de 12 y cinco centímetros en la ingle derecha que rozó la vena femoral, de acuerdo con el parte médico emitido por el cirujano Santiago Sauma Ríos, quien lo intervino la noche del sábado en la Clínica Mérida. 

"El toro tenía un recorrido muy cortito y estoy contento porque los aficionados vieron mis ganas de triunfar en un cartel de esa importancia, así que había que salir por todas. Me tiré a matar por derecho y ahí vino la cornada", recordó el torero quien hoy fue visitado en el nosocomio por los empresarios del coso meridano, Alberto Hagar y Alberto Basulto. 

Durante la mañana y luego de pasar una noche sin fiebre, el matador de toros también fue visitado por sus compañeros de profesión Uriel Moreno "El Zapata" y Paco Rocha, así como miembros de su cuadrilla, quienes le desearon pronto restablecimiento. 

"Está es mi tercera cornada y estoy muy triste por no poder matar ese mi segundo toro, pero pronto me darán de alta y a prepararse para reaparecer lo antes posible", afirmó. 

De acuerdo con los médicos que le atienden la cornada de dos trayectorias aunque es de las llamadas limpias, tuvo complejidad al pasar cerca de la vena femoral; no obstante, se espera que este lunes pueda ser dado de alta para terminar su recuperación en su hogar.