Interesante y exitosa resultó la corrida de Sábado de Gloria en la plaza Jorge Aguilar "El Ranchero" de la ciudad de Tlaxcala, donde Rafaelillo se alzó con el triunfo de dos orejas, aunque el público entusiasmado paseó en hombros a los tres veteranos espadas del cartel en reconocimiento al esfuerzo desplegado.

Ha sido una reaparición gloriosa del agitanado Rafaelillo después de su despedida en Texcoco hace unos seis años; se encontró con "Gober" en el cierre de la velada lanceando bien a pies juntos y luego del puyazo instrumentar gallardas gaoneras para inmediata respuesta del público que obligó a saludar a Juan Pablo Hernández tras parear con lucimiento.

Con celo se fue a los medios Rafael para citar al buen toro de Tenopala y aguantarlo en angustioso cambiado seguido de series derechistas que hicieron estallar las palmas, el burel duró menos de lo deseado no obstante le cuajó buenos muletazos manteniendo el entusiasmo que aumentó al conseguir un espadazo entero de pronto efecto y las dos orejas en premio.

Garbo y solera tuvieron sus lances al tercero a los que sumó chicuelinas, clavó muy bien Carlos Martell siendo llamado a saludar, enseguida el torero brindó al homenajeado Tulio Hernández Gómez; vimos doblones con mando y luego de algunos intentos más sobre pitón derecho el toro se fue a tablas donde agregó manoletinas; con poco acierto al matar le sonaron dos avisos y tras ello dio la vuelta.

El primero en tocar pelo fue Raúl Ponce de León, quien ante el quinto estuvo breve con el capote, brindó a su esposa Maritza el trasteo iniciado en tablas con cambiados, ya en los medios trazó varios naturales con aguante y también vinieron ayudados por alto de nuevo en tablas rematando con un bello cambio de mano por delante; la estocada fue contraria, válido argumento del juez para negarse a premiar y accedió finalmente ante la gran insistencia popular. Paseó un auricular acompañado por algunos de sus 12 nietos y bajo el fondo de Las Golondrinas.

Ante su primero el de menos presencia para el que hubo algunas protestas, estuvo a punto de sufrir un percance serio cuando el animal se le venció visiblemente por el pitón izquierdo y lo cogió sin mayores consecuencias que el revolcón y algunos golpes El matador se soprepuso a las coladas y ante un silencio expectante que causaba el peligro, logró por el lado derecho muletazos que le jalearon con emoción, señaló un pinchazo y luego colocó media ración de acero abajo, recorrió el anillo.

Encabezó este cartel que sumaba 207 años entre los tres matadores, Miguel Villanueva tras varios lustros sin vestir de luces ni actuar en público, recibió al berrendo aparejado que abrió plaza con buenos lances a la verónica sobre todo por el lado izquierdo que arrancaron los primeros olés, quitó con sabrosas chicuelinas y la gente con él le aplaudió.

Lidiando y caminándole llevó al toro al terreno de los medios para ligar varios ayudados con torería y oficio; al probar con la zurda el toro había perdido brío y poco quedaba por hacer sin embargo todavía nos regaló con otro par de muletazos para pintura, finalizó con magistral toreo por la cara que hizo disfrutar; logró estocada honda con ligera travesía y descabello en el segundo intento para posteriormente ser llamado a saludar una cerrada ovación.

Probó al cuarto con breves lances entre los que dibujó una verónica señera, luego del fuerte castigo el público disfrutó un buen tercio de banderillas a cargo de Pedrín, Martell y Gerardo Angelino, que fueron llamados a saludar una fuerte ovación. Brindó a sus hijos Rocío y Santiago una labor que fue menguada por el cambio de lidia que acusó el toro frenando constantemente; al ver esto el matador abrevió con pinchazo hondo para dar la vuelta entre cariñosas aclamaciones.