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Tarde luminosa de El Payo y Silveti (video)

Domingo, 06 Nov 2016    Guadalajara, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Memo Sierra           
El Payo cortó la oreja del quinto de la tarde
Hoy el clima empezó ideal para una tarde de toros. De esas de oro, seda y sol. Mucho sol. De ese astro rey al que es imposible -por más que uno quisiera- taparlo... que digo con un dedo, con los diez del par de manos. De la misma forma, tampoco podemos esquivar que lo que se ha lidiado en Guadalajara estas dos corridas primeras del serial de octubre, lejos están de la tónica de irreprochable trapío, característicos de la plaza "Nuevo Progreso".

Que los toros han tenido edad, sí. Que cumplen con el peso reglamentario, pues también. Y hasta que a varios ejemplares no les falte cara, es cierto. Pero el trapío y la catadura proverbial en los toros que saltan al ruedo de éste emblemático recinto, le ha faltado a varios ejemplares esta tarde. Por fortuna, por sus buenas actuaciones, los toreros consiguieron darle la vuelta a una tortilla que se vislumbraba difícil.

Miguel Ángel Perera ratificó en el primero de la tarde, lo buen torero que es. Octavio García "El Payo" ha tomado una senda que ilusiona mucho y, Diego Silveti, nos ha regalado una faena de muchos quilates.

Para abrir el festejo, el público tapatío llamó a Silveti al tercio. Como debe ser, el de Irapuato -solito- recibió la ovación. Enseguida -como debe ser digo yo- cumplimentó la delicadeza de invitar a sus alternantes a compartir la bienvenida.

Destaco las faenas de mis paisanos; porque son las que fueron culminadas con el corte de trofeos; además las consigno por orden de alternativa, pues -a mi ver- sería poco respetuoso no hacerlo así.

En fin, que el espada queretano ha tenido una tarde que nos ha encantado. Al segundo de la tarde, primero de Octavio, un buen sector de los tendidos lo protestó. Ya con la franela, El Payo lo llevó a media altura para hacerse de él y rematar el inicio del trasteo con un sabroso trincherazo. Por esto dejó en término segundo las protestas. A las buenas series templadas por ambos lados, el espada las abrochaba con templados cambios de mano y larguísimos de pecho. No faltaron les detalles, ni la entrega del público. Al quinto en el orden, le ha cuajado una faena que terminó por convencer a tirios y troyanos.

Por su buen gusto, por su verticalidad, por su temple, pausas inteligentes, mando y creatividad. Hubo un cambio de mano por delante, en el que alargó el recorrido por bajo y con mucho temple, que la gente saltó de sus asientos. Cuando montó la espada, la parroquia guardó un silencio sepulcral, que estalló cuando la espada se fue completa. Hombre, se le cayó un tanto el sitio; pero la faena había compensado ese error y los pañuelos obligaron al juez de plaza a mostrar un pañuelo. El toro fue aplaudido en el arrastre.

Vamos con Diego Silveti... ¡Qué bien... pero que requetebien ha estado el nieto de El Tigre! Silveti se vio obligado -también- a remar contra corriente, debido a las protestas, hasta con esas cornetas futboleras de la porra brava al de La Estancia. Pero el ceñidísimo y emocionante quite combinado por saltilleras, gaoneras y el remate soltando una punta del capote, los hicieron guardar sus aparatejos -la verdad sea dicha- de muy mal gusto. Sí hombre, no hay que ser. Ya con la muleta, luego del brindis al cotarro, se plantó en los medios para dejarse venir a "Hojarasca" desde tablas, recibirlo con verticalidad y ajuste con el péndulo. Luego por alto -ancladas las zapatillas- el cambio de mano, un recorte por bajo y, como no, el de pecho barriendo los lomos del morito.

La faena, tanto por derecha, como por izquierda tuvo mucha naturalidad. Con pausas que son producto de la madurez. La faena fue larga. Sin tiempos muertos y acompañada por la música, que tocaba por primera vez en la tarde en acompañamiento a su faena. El clímax llegó en una dosantina en la zona de la querencia, a donde se fue el astado. El cambiado por la espalda, el de pecho y... una estocada recibiendo contraria que bastó para dejar al toro para las mulillas. Oreja muy bien ganada.

Si hay un adjetivo que me parece acertado para la faena de Miguel Ángel Perera sería faena con... sabiduría. Con "Picaso", un cárdeno salpicado, muy en San Mateo, como todos sus hermanos, "sembró" una faena desde la eficaz brega con el capote, hasta conseguir la justa "cosecha" en el toreo con la sarga. La tendencia constante a rajarse, la compensó con mando. Ese dejarle la punta de la muleta un poquitín alta al final del muletazo, convenció al toro a tener un recorrido que, la verdad, no tenía este ejemplar. Bien que se le valoró, aunque sus fallos con el acero, luego que terminó por rajarse el toro, desanimaron a la gente para sacar sus pañuelos.

El segundo de su lote, un ejemplar de San isidro, nada qué decir. La mansedumbre de "Aquicálido" hizo quedar muy mal a sus apasionados criadores.

Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Segunda corrida de la temporada. Un tercio de entrada en tarde agradable. Cinco toros de La Estancia, desiguales en presentación, de los que tres fueron protestados, carentes de fuerza y casta, con excepción del 5o. que fue el más sobresaliente. Y uno de San Isidro (4o.), que duró poco. Pesos: 480, 480, 520, 515, 485, 540 kilos. Miguel Ánge Perera (verde olivo y oro): Silencio en su lote. Octavio García "El Payo" (tabaco y oro): Silencio y oreja. Diego Silveti (grana y oro): Oreja y silencio. Incidencias: Destacó en banderillas Curro Javier, de la cuadrilla de Perera, que saludó una ovación en tras parear al 1o.


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