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Talavante sale a hombros en Querétaro

Viernes, 27 Nov 2015    Querétaro, Qro.    Álvaro Borbolla | Foto: Juan Noguez          
Al cortarle las dos orejas a su segundo
Hasta la mitad del festejo no había aún sucedido nada relevante. Ponce y Fermín Espinosa lo habían intentado frente a los primeros de su lote y se habían estrellado con dos de Hamdan de nulas opciones. Talavante le había hecho una interesante, pero intermitente faena al primer sobrero (un toro de Barralva que salió al ruedo, tras ser fuertemente protestado y devuelto por su falta de trapío el de el hierro titular) que se desplazó, pero molestó siempre con un incómodo derrote a mitad de cada muletazo.

Lo importante llegó después. Ponce, con su maestría y su impresionante intuición le tapó la cara al segundo de su lote dando cátedra de estructura, reposo y buen gusto. Su vocación y facilidad innata, su pulso privilegiado y su forma de torear, que sin duda ha hecho escuela, no nos permitieron apreciar que algún detalle de su faena no fuera perfecto y elegante, pese a estar esta noche reapareciendo luego de más de dos meses de inactividad. El único fallo vino con la espada, pues despachó a su enemigo de pinchazo y estocada y por ello el premio fue solo de una oreja.

Con la noche y el ambiente ya venido arriba salió el quinto de la tarde. Un toro de muy buenas hechuras con el que Talavante, desde el recibo se recreó toreando encajado y hacia adentro a la verónica y muy suave en los largos y tersos remates de capote.
El de Hamdan conservó su condición tras el buen puyazo que recibió y Alejandro potenció esas virtudes toreándolo con sapiencia, con su embrujo peculiar, sus privilegiadas muñecas y su improvisación tan personal. La faena fue un compendio de buen toreo, hubo naturales largos, largos y acompañados de cintura rota y los forzados de pecho los cuajó a cada tanda. Literalmente por momentos acarició las embestidas en los cites desde delante hasta atrás, con el toro bien metido en el los flecos de su muleta. También en sus andares se sintió torero. Lo disfrutó él, lo gozamos todos. Dos orejas a la espuerta tras una ejecución pura y deletreada de la suerte de matar. Arrastre lento al burel.

Fermín Espinosa buscó por todos los medios agradar, su lote entero fue muy malo, deslucido e insípido. Toros sin recorrido y sin opciones. En su afán de triunfo regaló un toro de Marrón, que de inicio nos hizo albergar esperanzas de éxito, pero que lamentablemente se vació muy pronto. Las buenas intenciones del cuarto de la dinastía Armillita salieron de la plaza acompañadas de la ovación de despedida, que en reconocimiento le otorgó la afición de Querétaro.

Ficha
Querétaro, Qro.- Plaza "Santa María". Dos tercios de entrada, en noche agradable. Cinco toros de Julián Hamdan, uno de Barralva (2o., sobrero sustituto de uno del hierro titular, devuelto al ser protestado por su falta de trapío) y uno de Marrón (7o., de regalo), correctos en presentación, salvo el 2o., de juego desigual, entre los que destacó el 5o., premiado con arrastre lento. Pesos: 490, 535, 517, 501, 540, 507 y 485 kilos. Enrique Ponce (perla y oro): Silencio y oreja. Alejandro Talavante (marfil y oro): Palmas y dos orejas. Fermín Espinosa "Armillita IV" (azul rey y oro): Silencio, palmas y ovación en el de regalo.


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