Digna fue la actuación que tuvo el matador mexicano Joselito Adame durante el tercer festejo de la Feria de Bilbao, en España, y saludó una ovación desde el tercio luego de terminar su labor delante del primer ejemplar de su lote, ante el que planteó una faena muy interesante.

Y es que el ejemplar de El Puerto de San Lorenzo tendía a tirar un tornillazo y no iba entregado a los engaños. Con base en suavidad y firmeza, consiguió que su faena fuera a más, llevándolo siempre templado. Lástima que falló en su primer intento a espadas, pues quizá pudo haber petición de oreja, y a la postre salió al tercio.

El segundo de su lote no fue nada fácil, pues era andarín y de continúo calamocheaba. Con tesón, ejecutó un quite por zapopinas y, ya de muleta, la actuación de Adame fue seria y empeñosa, pero visto lo visto con el toro, no consiguió lucir mayormente.

Juan del Álamo cortó la única oreja de la tarde, ésta al muy buen toro que apareció en tercer sitio. El joven espada ibérico ligó los muletazos de mano baja y aderezó de adornos realizados con propiedad, componiendo la figura, mientras que el ejemplar tuvo recorrido y clase.

El sexto resultó deslucido y no terminaba por emplearse en la muleta de Del Álamo, que lo intentó por todos los caminos buscando redondear la tarde y conseguir la puerta grande, pero las condiciones adversas terminaron por imponerse ante sus esfuerzos.

El que abrió plaza se lesionó una pata y fue apuntillado. El sobrero, de la misma procedencia, tuvo muy poquita fuerza y Morenito de Aranda no tuvo mayor "tela de donde cortar", aunque anduvo siempre muy aseado y torero, por lo que al final salió al tercio.

Con su segundo nuevamente se estrellaron sus intentos de triunfo, dado que el animal deslucía en los engaños. Sin embargo, el torero español volvió a manifestarse sereno y elegante, y por segunda ocasión en la tarde el público le reconoció con una ovación.