Uriel Moreno "El Zapata" cortó la única oreja de la tradicional Corrida de las Luces, en Huamantla, Tlaxcala, un festejo entretenido y que tuvo momentos de emoción, aunque el mal uso de los aceros impidieron mayores triunfos por parte de los alternantes.
El trofeo que cosechó el tlaxcalteca fue ante el segundo de la noche, un toro de Rancho Seco que tuvo movilidad y buen estilo, aunque vino a menos. Espectacular con las banderillas, cuajó Uriel el par monumental, y ya con la sarga planteó una faena que inició con fuerza pero que fue de más a menos.
Luego de un pinchazo, del que sufrió un achuchón, y estocada entera, la autoridad le concedió la oreja a El Zapata; sin embargo, hubo algunas protestas cuando el torero mostró la "peluda".
Ante su segundo volvió a estar dinámico y alegre, haciéndole fiestas a un toro que terminó rajado. Con mucha disposición supo mantener el interés en los tendidos y el público estuvo siempre muy metido con él. Finalmente todo quedó en una palmas, luego de pinchar al toro.
A pesar de no haber podido cortar orejas, Octavio García "El Payo" brindó una actuación que rayó a importante nivel. Lidió en primer término a un sobrero sustituto, también de Rancho Seco, pues el titular se despitorró. El astado, serio por delante, requería mucho sitio y precisión, y eso hizo El Payo.
La faena fue valiente y firme, con un torero que mostró sobriedad en sus procedimientos. El sexto de la tarde fue un toro algo incierto, pero El Payo estuvo cierto y veroniqueó con dulzura, para después armar la escandalera con la muleta, en series templadas y sabrosas, aderezadas por molinetes muy coreados. Desafortunadamente falló con el acero y perdió el triunfo.
El maestro Zotoluco enfrentó en primer término a un burel que tuvo nobleza, aunque no duración. La faena fue breve, aunque destacaron trazos por ambos pitones. De casi media, y luego una entera, terminó con la vida del ejemplar y cosechó las palmas del respetable.
El cuarto de la noche huamantleca se movía, pero con aspereza. Le pegaron mucho en el caballo, y el toro no terminó por romper, mientras que Zotoluco mostró sus recursos para salir avante con mucha solvencia. Liquidó de tres cuartos de acero.
Al final de la corrida, y aunque sin los triunfos que esperaban, los aficionados salieron contentos de la plaza "La Taurina", pues vivieron momentos emocionantes, los matices y circunstancias de una noche de toros.