El joven matador colombiano Luis Miguel Castrillón ya toreó su primera corrida de toros en México, concretamente en la plaza de Puruándiro, el pasado 25 de mayo, y viene con la ilusión de poder abrirse camino con la ayuda de varios amigos que le han tendido la mano.

"Tengo mucha ilusión de poder abrirme camino aquí, pues desde que comencé a torear siempre tuve ganas de venir a México, donde nunca antes había toreado. Afortunadamente, aquí cuento con la ayuda de El Cala y de su hijo, Calita, así como del maestro Germán Ureña. Y vamos a ver cómo se van dando las cosas, pues espero que mi toreo encaje entre esta afición", afirmó Castrillón.

Con una experiencia de cuatro años como novillero en Europa, el espada de 22 años de edad nacido en Medellín, sabe que las cosas no están fáciles para nadie, y por eso pretende que su paso por este país le aporte cosas importantes de cara a la próxima temporada colombiana, cuya parte fuerte se desarrolla entre diciembre y marzo.

"En España tuve la oportunidad de torear en Madrid y Sevilla, y de estar al lado del maestro José Antonio Campuzano, lo que me sirvió mucho en esa primera etapa de aprendizaje. Tomé la alternativa el 20 de diciembre de 2013 en la plaza de Cali, de manos de Miguel Ángel Perera, y de testigo Iván Fandiño, con toros de Ernesto González. Hasta el momento he podido torear unas diez corridas", comentó el colombiano.

Ahora tiene por delante varios entrenamientos a puerta cerrada en compañía de Calita, con el que ya acudió a su primer tentadero, que tuvo lugar en la ganadería jalisciense de La Concepción, propiedad de Octavio Casillas y Lucila Franco, donde según afirma: "ya he sentido el temple de la embestida del ganado mexicano y me gusta mucho".