El matador colombiano Ricardo Rivera regresó a México tras haber cumplido con una extensa compaña en plazas de su país, en la que sumó once corrida de toros en distintas plazas, varias en feria de importancia como Cali, Manizales o Medellín, entre otras.

"Después de haber confirmado mi alternativa en la Plaza México me fui a Colmombia, donde este año sí he podido torear con la continuidad que estaba buscando, a fin de seguir puliendo mi técnica y ganar más terreno de cara a las empresas y la afición, que ha reconocido mi esfuerzo de tantos años fuera de casa, viviendo aquí, donde me he forjado como torero", comentó Ricardo Rivera.

Nada más llegar a Colombia, el día 31 de diciembre toreó en la Feria de Cali, su ciudad natal, y de ahí se fue a Duitama, el día 2 de enero. Posteriormente, entre dicha fecha y el 16 de febrero, sumó corridas en las plazas de Jenesano (5 de enero), Manizales (6 de enero), Popayán (12 de enero), Agua Azul (18 de enero), Tuta (19 de enero), Duitama (26 de enero), Gacheta (2 de febrero), Medellín (8 de febrero), Puente Piedra (16 de febrero), y cerró la temporada el 17 de agosto actuando en Palmira.

"Quizá las dos tardes más completas las tuve en Cali y Medellín, que son plazas de gran importancia. Lo malo es que no doy una con la espada y así no se puede funcionar en esto; no le encuentro la muerte a los toros, algo me pasa. Y eso que entreno y entreno a diario pero a la hora de estar en la plaza cambia todo y los toros se me vuelven de hueso, enteritos. Tengo que dar con el clavo para poder matarlos, no puedo seguir con esta mala racha con la espada que me ha privado de cortar orejas de peso", apuntó Rivera.

Después de un compás de espera, en el que Ricardo continuó con sus entrenamientos y acudiendo a algunas tientas o matando toros a puerta cerrada, como lo hizo en las ganaderías de Ernesto González y Paispampa, decidió regresar a México para retomar su carrera en nuestro país.

"Aún no tengo nada en firme, pero tenía que venir a ver a mis amigos, a mi gente; aquí he vivido durante casi nueve años y me siento de esta tierra. También, tengo habladas algunas cosas con Casa Toreros, que siempre me ha apoyado, y con Alfredo Sahagún, que este año ya no me pudo poner en Guadalajara, donde cumpliría con el séptimo año desde que tomé la alternativa en esta plaza. Sin embargo, me sigue ayudando como amigo y eso lo aprecio mucho, sobre todo ahora que está cercana la temporada colombiana y habla por mí con los empresarios con los que tiene relación allá", comentó Rivera.

Con esa forma de ser tan personal, que expresa en un toreo desgarrado, el caleño espera seguir abriéndose camino en esta lucha constante y permanente desde su época de novillero, precisamente ahí en Guadalajara donde cosechó triunfos rotundos y ha afincado su residencia mexicana.

Acompaña a esta nota una galería de fotos de distintas etapas de la temporada colombiana de Ricardo Rivera, la gran mayoría captadas por la cámara de nuestro compañero Rodrigo Urrego.