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¡Joselito revienta la feria con valor! (video)

Sábado, 26 Abr 2014    Aguascalientes, Ags.    Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda           
Tras llevarse dos orejas, conquistó volandas
A diferencia de la tarde anterior, en que Joselito Adame ofreció un recital de capacidad, y terminó cortando tres orejas a toros que no se lo pusieron nada fácil, el día de hoy dejó claro su jerarquía en el toreo de México con otra triunfazo de gran calado, en el que mostró la faceta no ya de lidiador maduro sino de impresionante gladiador.

Vamos, que asustó de valiente, tal y como en su día se dijo del malogrado Carmelo Pérez, y puso el público en pie varias veces a lo largo de la corrida, una corrida que había despertado mucha expectación y parecía que se iba a ir al garete debido al poco juego que estaban dando los toros, así como los fuertes embates del viento, que estaba marcando un desalentador rumbo al desenlace de este mano a mano con Morante de la Puebla.

Y si Joselito ya había apuntado lo que traía en mente cuando se plantó decidido y torero delante del primer toro de su lote, al que hizo una faena inteligente, dotada de conexión con la gente, y muy en la cuerda de ese toreo de sello tan mexicano, en el cuarto de la tarde formó la mundial con una faena de arrolladora ambición.

Sin desaprovechar ningún instante para lucir con el capote, el hidrocálido estuvo variado y torero en todo momento, y fue una lástima que el castaño de Mimiahuápam se lastimara una pata en uno de los estatuarios, pues había ofrecido dos primeros tercios cargados de transmisión.

A pesar, pues, de que al toro no le alcanzaron las fuerzas para terminar embistiendo con la misma emoción hasta el final, el hidrocálido se montó en todo lo alto, a milímetros de los pitones, en un alarde tremendista que puso en ebullición a la monumental cuando la faena discurrió por la senda ojedista.

Con un tranquillo un tanto distinto al que tenía hasta hace tiempo para matar, colocando la punta de la espada hacia arriba, lo que antiguamente se daba en llamar “al capón”, recetó un espadazo certero que hizo doblar rápido al toro para que la gente comenzara a gritarle “¡torero, torero, torero”! en medio de una algarabía de fiesta grande.

Con las dos orejas en las manos y la sonrisa pícara de siempre, Joselito recorrió el redondel y devolvía así el entusiasmo a una tarde complicada que estuvo a punto de redondear con el sexto, un toro que tuvo clase y buena condición pero que duró muy poco.

Ya cuando el de Mimiahuápam se paró, Joselito empezó a torear sentado en el estribo y luego le dio muletazos con temple y trazo. Lo más importante de esta faena fueron los recursos para sacarle muletazos con tirabuzón, dejando los muslos como carnada, escondiendo la muleta detrás de la espalda y sacándola ya cuando el toro estaba olisqueando la taleguilla en esos alardes de valor espartano que espantaron a todo mundo, porque se mascaba la voltereta, que podría sobrevenir en cualquier instante.

Fue una lástima que pinchara al toro, porque hubiese cortado otras dos orejas para sumar un total de cuatro. Pero al margen de la estadística, ahí queda esa férrea demostración de arrojo, la llave de salvación de una corrida que parecía destinada al fracaso.

Y si de fracasos se trata, Morante pegó otro petardo en Aguascalientes, donde ciertamente no tuvo toros a modo, y aunque por momentos quiso dejar detalles sueltos de su personalísima tauromaquia, el fuerte viento que sopló durante sus faenas –y la actitud hostil y hasta grosera del público, algo que resulta intolerable pero contra lo que no se puede luchar– el torero andaluz tuvo que tragarse esa amargura de ver cómo se le escapaba de las manos la posibilidad de revertir tan adversas circunstancias.

Unos ayudados al toro que abrió plaza fuero el escasísimo balance de una tarde para el olvido; una tarde que tuvo un nombre propio: el de Joselito Adame, que, efectivamente, como escribía el otro día, viene tumbando caña y quiere arrasar con todo, justificando así el tratamiento de figura del toreo, el único espada acartelado tres tardes en la feria con la máxima categoría.

Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Quinto festejo de feria. Tres cuartos de entrada en tarde calurosa y con intensas ráfagas de viento. Toros de Begoña (1o. y 5o.) y San Miguel de Mimiahuápam, desiguales en presentación, de escaso juego en su conjunto. Pesos: 494, 511, 513, 495, 485 y 508 kilos. Morante de la Puebla (butano y oro): Pitos, pitos tras aviso y bronca. Joselito Adame (azul añil y oro): Ovación, dos orejas y ovación. Incidencias: Destacaron en banderillas Héctor Rojas y Gustavo Campos.


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