El gran triunfador de la segunda novillada en La México, Sergio Flores, platica en la siguiente entrevista sobre la forma en la que vivió la tarde de ayer y cómo fue que, tras venir de España, pudo torear en este coso.

-¿Cómo se dio tu contratación para venir a La México?

-Fíjate que ya estaba apalabrado desde el año pasado, ya querían que para esta temporada viniera a México. Y bueno, mi gente y la empresa  tomaron la decisión de que ya era buen tiempo para presentarme en La México así que, como ya había un contacto, fue relativamente sencilla mi contratación;  es algo que ya veníamos esperando.

-¿Cuándo llegaste de España?

-Apenas el martes por la noche. Y nada más bajarme del avión, a torear. Los días previos al compromiso me estuve preparando intensamente y matando algunos toros a puerta cerrada. Fue una semana muy dura, pero tuvo sus frutos.

-¿Qué representó para ti haber partido plaza en La México?

-Primero ilusión, y saber que se tenía que hacer un esfuerzo en esta plaza, mi presentación, con una novillada buena. Era mucha la responsabilidad pero, ante todo, representó muchísima ilusión.

-¿Cómo fue tu labor en el novillo del triunfo?

-Redonda creo yo. Desde el capote me sentí muy a gusto y lo veroniqueé muy bien. La gente me coreó mucho el quite y con la muleta desde un principio quise dar todo, me entregué y le gente se entregó conmigo, fue algo muy pero muy bonito.

-¿Cuáles fueron las mayores virtudes de ese novillo de Pepe Garfias?

- El novillo tenía mucho temple y recorrido, y pues embestía muy despacio, lo que le permite a uno como torero el poder recrearse y llevarlo largo, sintiéndose realmente eso, torero.

-¿Y las virtudes tuyas para entenderlo?

- El saber torearlo como el novillo requería: con mucha suavidad y sintiéndose muy torero. Para mí, la base de la faena fue la suavidad.

-¿Cómo sentiste al público de La México?

-.Es un público especial, conmigo la gente se portó muy bien. El público estuvo muy receptivo desde mi primer novillo y bueno, estoy agradecido pues estuvieron muy metidos con mi toreo.

-¿A qué te sabes esos olés tan largos y profundos?

-Saben a gloria. Diestros que ya habían estado en La México me habían comentado que eso olés son como ninguno. Pero bueno, la verdad uno nunca sabe lo que se siente hasta que lo experimenta en carne propia.

-¿Desde cuando no te vestías de luces?

-Desde octubre del año pasado, esta fue mi primera novillada de 2009.

-Pero vimos que estos meses sin torear de luces no te afectó…

-No, para nada, y creo que como torero no deben de afectarte. Mi preparación en España fue intensa, hice mucho campo y maté varios toros a puerta cerrada, algo que definitivamente me ha ayudado para que las cosas hayan salido tan bien.