El novillero Brandon Campos tuvo una sobria y torera actuación la tarde de hoy en la plaza de Las Ventas de Madrid, donde fue designado triunfador del festejo, aún sin cortar orejas, y pasa a la final del domingo 28 de abril, lo que supone un gran logro para el mexicano.

Y aunque se trataba de su debut en Madrid, al queretano, que algún tiempo estuvo en la Escuela Taurina de la Fundación El Juli, y desde hace tiempo forma parte de Tauromagia Mexicana, se le notó tranquilo, seguro y valiente, en dos lidias completas en las que brilló su facilidad con el capote y la estructura de sus faenas.

Lo más importante es que a los dos novillos de su lote, uno sin ritmo y rajado, corrido en tercer lugar, y otro noble y soso, el sexto, los entendió de principio a fin y demostró que tiene una cabeza clara para andar delante de la cara de los toros.

La valiente y machacona -quizá un poco larga- faena al tercero, no tuvo mayor repercusión porque mató de fea manera, ya que antes de descargar el golpe final con la espada de cruceta, atravesó en dos ocasiones al novillo. Sin embargo, con el capote estuvo muy variado no sólo con este ejemplar, sino haciendo quites en los novillos de sus compañeros, siendo un quite combinado de caleserinas con largas afaroladas, el más sobresaliente de la tarde.

El sexto, un ejemplar un tanto atacado de kilos pero muy dócilo, lo toreó de manera centrada, siempre encajando los riñones y asentando muy bien las zapatillas sobre la arena. La brevedad de las series, todas de buen acabado, se debió a que el de El Serrano no tenía fuelle en las embestidas. Y lo mejor vino al final, cuando ejecutó un magnífico volapié que le granjeo una ovación en el tercio.

De esta manera, Brandon Campos tendrá una nueva oportunidad a finales de este mes, en la final del certamen, cartel para el que ya está firme Rafael Cerro y se unirá el triunfador de la tercera novillada, a celebrarse el domingo entrante, para enfrentar un encierro de la ganadería de Guadaira.

Sus alternantes, el francés Juan Leal y el andaluz Álvaro Sanlúcar, estuvieron igualmente esforzados pero tampoco contaron con mucha materia prima para mostrar sus cualidades.

El primero, que tomará la alternativa en unas cuantas semanas en Nimes, donde será apadrinado por Sebastián Castella, en un mano a mano, anda sobrado con los novillos, pero sin expresar demasiado. A los dos ejemplares de su lote les hizo faenas aseadas, sin demasiada conexión con el tendido.

Álvaro Sanlúcar tiene calidad en su toreo, y dio los mejores naturales de la novillada, al ejemplar corrido en segundo lugar, un novillo que tuvo calidad pero no demasiada continuidad en las embestidas. La suavidad de los toques de muleta y la pausa con la que se recreó con la zurda, con un buen detalle de este chaval que es representado por Diego Robles, el apoderado de Juan José Padilla.