El picador de toros Israel Vázquez, padre de David, falleció la madrugada de este lunes en la ciudad de Guadalajara, aquejado de una leucemia que lo mantuvo enfermo durante los últimos cuatro años de su vida, y sus restos serán velados durante todo este lunes en las capillas Misión San Jósé de Avenida Vallarta, cerca de la glorieta de La Minerva.

Israel nación en Uruapan, Michoacán, el 10 de enero de 1929, y desde pequeño residió en el Distrito Federal, donde siguió los pasos de su hermano Sixto, que a su vez había sentido el llamado del toro por la influencia del padre de ambos, Eutinio Vázquez, que fue el fundador de esta dinastía de buenos y valientes picadores mexicanos que hoy día continúa con David Vázquez, el hijo de Israel.

Durante 42 años como profesional, Isarel destacó como un picador consumado que actuó en la cuadrilla de varias figuras del toreo, siendo con el maestro Curro Rivera con el que más veces hizo el paseíllo y además fue su compadre, pues el torero potosino bautizó a su hja Rocío, hermana de David y Alejandra, los tres hijos que le sobreviven luego de haber perdido a su esposa en el año 2000.

A lo largo de su brillante carrera, Israel tuvo logros muy importantes y permaneció en activo hasta el año de 1991, lo que le posibilitó compartir, en varias ocasiones, el redondel con su hijo David, al que supo incular el amor por la fiesta y la profesión de picador.

Con las figuras extranjeras permaneció muchos años colocado con el maestro José Mari Manzanares, y una vez retirado, se dedico a editar una revista titulada "El Castoreño", misma que hacíaen Guadalajara con el añorado periodista Federico Garibay, lo que refeleja bien su entusiasmo alrededor de la Fiesta y las ganas que tenía de seguir participando desde esta nueva faceta.

Sus restos serán enterrados el día de mañana. Desde estas líneas enviamos nuestra más sentidas condolencias a su familia, especialmente a su hijo David, que mañana tendrá que salir a torear en la Plaza México con este profundo dolor, en las filas de la cuadrilla del maestro Morante de la Puebla con el que ayer actuó y dejó, para el recuerdo, un gran puyazo que hoy será una especia de homenaje póstumo para su padre.