Tras desorejar al segundo ejemplar de su lote, Enrique Ponce se convirtió en el máximo triunfador de la primera corrida de la Feria de Tlaxcala y salió en volandas, mientras que Zotoluco paseó un trofeo y El Payo fue muy ovacionado tras firmar una entonada labor.

Desconozco si Enrique Ponce ha escuchado la canción de ya lo pasado, pasado, lo cual es muy cierto, no obstante creemos que aún con los sinsabores del domingo en la Plaza México, hoy debía buscar un resultado halagador y lo consiguió frente al quinto de este parchado encierro, "Catrín" de San Isidro que fue ovacionado en el arrastre por su nobleza.

Se conjuntaron la calidad del valenciano y la del burel, surgiendo en el principio mandiles aterciopelados y chicuelinas después del castigo casi simulado; se dobló con suavidad dibujando muletazos de gran temple, intercalando a mitad de faena dos poncinas efectistas que le festejaron; el toro perdió gas sin embargo el diestro insistió logrando todavía momentos lucidos, cobró estocada en lo alto para recibir dos orejas de premio.

Descastado fue su primero al que le dio verónicas aisladas ya que salía suelto, con trabajos lo picaron y después Enrique lo sujetó bien con muletazos por abajo, de esa manera consiguió ligar ayudados de buena factura sin que la faena alcanzara mayor nivel, el espadazo quedó caído sonando algunas palmas.

Eulalio López "Zotoluco" con el que hizo cuarto cargó la suerte al veroniquear, el toro bajito de buen estilo y poca fuerza con frecuencia perdió las manos, las chicuelinas al paso para ponerlo al caballo fueron bien medidas y rematadas con vistoso manguerazo. Suavemente fue llevándolo con la diestra haciéndose aplaudir, también lo hizo por el lado natural luciendo menos al caer el morito; cuando parecía que era todo ligó otras dos series, la estocada fue desprendida concediéndose merecida oreja que al torero se le hizo poco.

Tuvo emotividad el que abrió plaza, al que Zotoluco recibió de rodillas aunque luego no lograra pleno acomodo; más tarde con conocimiento le dio la distancia correcta imponiéndose a este de Xajay que se volvía pronto, el torero le pudo por ambos lados logrando mejores muletazos, y un abaniqueo antes de fallar con la espada escuchando palmas de reconocimiento.

Por lo visto, El Payo se está reencontrando y anda con muchos deseos de recuperarse; ha tenido una actuación muy torera de entrega y casta; peligroso fue el corrido en tercer turno que de salida embestía con las manos por delante, y durante la faena de muleta buscaba al torero en el último tiempo, pero Octavio no se amilanó engarzando ayudados de valía y valor, desafortunadamente la estocada fue caída recogiendo las palmas del respetable.

Cerró plaza uno de Jorge María, de escasa presencia, lo que ocasionó algunos pitos cuando hizo su aparición, de comportamiento incierto no impidió al rubio queretano torear con gran sabor a la verónica; sufrió una cogida salvándose de ser herido y entonces sacó la casta jugándosela aún más; cierto que su labor fue un tanto desordenada pero su actitud irrefutable, hubo dos cambiados por la espalda en terrenos muy comprometidos que aderezaron su riñonuda labor ganándose la admiración del público; escuchó una gran ovación después que había sonado un aviso por fallos con los aceros. Ahí está de nuevo El Payo en pie de lucha esperanzadora.