El rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza encabezará los carteles de la Feria de Quito 2012, el famoso jinete actuará en dos de los seis festejos que conformarán el abono de este año conformado por cuatro corridas, un festival y una novillada, que se desarrollarán entre el sábado 1 y el jueves 6 de diciembre.
El anuncio de la presentación del más importante rejoneador de la historia supone un importante soporte a las combinaciones de toros y toreros que configurarán el ciclo quiteño que este año varía de formato al revisarse en número de espectáculos, desde la idea de privilegiar la categoría de los carteles.
Hermoso de Mendoza tomó la alternativa en la plaza de Tafalla el 18 de agosto de 1989 de manos de Manuel Vidrié, junto a Curro Bedoya y Antonio Correas. Desde esa fecha el rejoneador ha cumplido más de mil 600 festejos toreados en ruedos europeos y americanos, en los que logró edificar su imagen de torero de leyenda. En el caso de la Feria de Quito, se presentó en los años 1998 y 1999, respectivamente, sumando un total de cinco actuaciones en las que exhibió su inigualable concepto del toreo a caballo.
Los aficionados a la fiesta de los toros como la prensa especializada concuerdan en señalar a Hermoso de Mendoza como al más importante rejoneador de la historia del toreo, cima lograda, según el caballista, "como fruto de trabajo, dedicación y lucha para abrirse paso, forjar un nombre y consolidar su carrera durante 20 años para alcanzar lo más alto del escalafón taurino".
Cabe recordar que la primera actuación de un torero a caballo en Quito se registró la tarde del 4 de diciembre de 1960 en la que Bernardino Landete lidió un toro de Lorenzo Tous, festejo en el que además actuaron Diego Puerta, Curro Romero y Manolo Cadena, estoqueando reses de José María Plaza y de La Punta.
De allí en adelante el toreo a caballo fue una constante en la arena de la mitad del mundo, a Bernardino Landete le sucedería su hermano Juan Manuel y luego renombrados diestros como Rafael y Ángel Peralta, Álvaro Domecq Romero, Ribeiro Telles, Manuel Vidrie, el propio Pablo Hermoso de Mendoza, Ginés Cartagena, Andy, Cartagena, Diego Ventura, Rui Fernandes, Ávaro Montes y Joao Moura hijo. En suma, los más destacados rejoneadores han desfilado por el ruedo quiteño.
El caso es que la Feria del Jesús del Gran Poder 2012 constituirá para los aficionados una gran oportunidad para mirar en acción a Hermoso de Mendoza y su estupenda cuadra de caballos; creemos que el rediseño de la duración del abono -con tres festejos menos que en ediciones anteriores- permitirá la contratación de otras figuras que fortalecerán los carteles y sabrán despertar el interés popular.
Recordemos además que por este escenario taurino durante 51 años de funcionamiento han actuado los más importantes exponentes del toreo mundial; es decir, varias generaciones de espadas de diversos estilos, distintas líneas de expresión artística y diferente capacidad técnica, procedentes de todos los países taurinos.
Más de quinientas tardes de toros se han escenificado en el ruedo equinoccial y el padrón de toreros es largo, muy largo, de la nutrida tropa de diestros anotamos los nombres de quienes fueron triunfadores absolutos del abono. A partir del citado Manolo Segura recibieron el favor popular Pedro Martínez “Pedrés” Joaquín Bernadó, El Cordobés, Fermín Murillo, Santiago Martín “El Viti”, Paco Camino, Dámaso Gómez, Manolo Martínez, Francisco Rivera "Paquirri", Palomo Linares, Pedro Gutiérrez "Niño de la Capea", José María Manzanares, Roberto Domínguez, José Ortega Cano, César Rincón, José Miguel Arroyo “Joselito”, Curro Vásquez, Carlos Collado "Niño de la Taurina", Víctor Mendes, Pedrito de Portugal, Raúl Gracia "El Tato", Enrique Ponce, Juan Serrano "Finito de Córdoba", Julián López "El Juli", Víctor Puerto, Sebastián Castella y los ecuatorianos Armando Conde, Edgar Peñaherrera, Guillermo Albán, Cruz Ordóñez y Diego Rivas.
Unos y otros recibieron la prestigiosa estatuilla del Jesús del Gran Poder, trofeo mayor de la Feria instaurado en 1963 de acuerdo con la comunidad franciscana, relación que duró una década; sin embargo, el anual ciclo de corridas conserva hasta la actualidad el nombre y la forma del reconocimiento al coleta vencedor de la semana taurina quiteña.