El delantero de la Selección Mexicana, Oribe Peralta, festejó de forma taurina su gol en contra de Japón en el partido semifinal de los Juegos Olímpicos de Londres, celebrado en el Estadio de Wembley y en que el cuadro nacional terminó por imponerse 3-1 para avanzar a la final.

Tras anidar el balón en el fondo de la portería japonesa, Oribe corrió hacia la banca tricolor para compartir su felicidad con los compañeros. Ahí, Javier Cortés "le hizo" de toro y embistió a Peralta, que simuló un derechazo ante la mirada del árbitro abanderado y la felicidad de todos los mexicanos.

Un gesto de apoyo a la Fiesta brava que pudo ser observado por los milllones de aficionados de todo el mundo que siguieron la transmisión del partido a través de los medios de comunicación. Una escena taurina que, por un momento, se hizo presente en el mítico escenario londinense y en el marco de los Juegos Olímpicos.

Este festejo fue similar al de Sergio Ramos, que apenas hace algunas semanas dibujó unos lances al viento con un capote de Talavante en el Olímpico de Kiev, celebrando así el título para España en la Eurocopa 2012, luego de vencer a Italia.

Aunque no de manera común, las celebraciones taurinas se han dado en el futbol mexicano en épocas recientes. A mediados de la década de los noventa, Daniel Guzmán solía festejar sus goles con el Atlas simulando muletazos, mientras que en un América-Guadalajara, en 1999, Cuauhtémoc Blanco se quitó los zapatos de futbol y con éstos "banderilleó" a un compañero. Cuando militaba en Santos, Vicente Matías Vuoso, a quien apodan El Toro, de vez en cuando embestía a sus compañeros, que lo "toreaban" por derecha o al natural.