El sevillano Javier Jiménez fue el triunfador de la primera novillada de la temporada en la plaza "San Marcos", de Aguascalientes, pues desorejó a su segundo y conquistó así la salida en volandas, mientras que Antonio Galindo y Ricardo Frausto fueron ovacionados.
No cabe duda que hoy en día Aguascalientes está constituido como uno de los pilares de la fiesta de toros en México, la afición hidrocálida hoy ha tenido propiamente el inicio de su temporada taurina, misma que comprende el serial de novilladas y las tradicionales corridas de feria que en este año presentará a lo mejor de la baraja taurina mundial.
Esta tarde al abrirse las puertas de la siempre funcional plaza de toros "San Marcos", la entrada registró casi un lleno, destacando por sobremanera y acorde con los tiempos que vive la fiesta, una nueva generación de aficionados jóvenes que denotan un esperanzador panorama.
Con este marco y en una tarde en la que se destacan matices muy interesantes, como la reaparición oficial en el biombo de la autoridad del licenciado Manuel Ramírez de la Torre.
Javier Jiménez es un joven que no niega sus orígenes y es que en todo momento irradia un toreo sevillano que le permitió agradar a un público que hoy, tuvo la oportunidad de verlo en dos facetas. Durante el primero de la tarde, el sevillano pronto se dio cuenta de las dificultades que el astado presentó y por ello desde las navarras del quite hasta los adornos con la muleta proyectó un alegre toreo en el que además demostró su sitio; lamentablemente falló con la espada y se retiró a las tablas en silencio.
Con el cuarto de la tarde, el rubio español encontró la materia prima para interpretar un toreo de clase, en el que las series por ambos pitones fueron de muy buena factura y por ello calaron hondo en los tendidos. La faena fue de menos a más y por momentos alcanzó niveles insospechados, con una muleta bien pulsada y con el temple adecuado para un ortodoxo toreo que fue aderezado con ese toque andaluz que este chaval posee. Como rubrica de su trasteo sepultó el acero para recorrer el anillo con las orejas en la mano; grata presentación del español en los ruedos de Aguascalientes.
Antonio Galindo reapareció en esta plaza después del fuerte percance que sufrió el año pasado, seguramente por ello brindó su primer astado al cuerpo médico de plaza. Lamentablemente se topó con un astado que no permitió el lucimiento, no obstante el de Tlaxcala tuvo momentos con los que agrado al respetable, lamentablemente falló con el acero, retirándose en silencio a las tablas.
Con su segundo astado, Galindo tuvo una valiente actuación, se plantó frente a la puerta de toriles para recibir con un farol de rodillas a interpretar un voluntarioso quite, ello ante un novillo que rompió a más, denotando una gran calidad y aunque Galindo mostró por momentos falta de sitio, también fueron varias series en las que ejecutó un buen toreo, mismo que estuvo aderezado por valientes adornos, tras un pinchazo sepultó el acero para saludar en el tercio.
Ricardo Frausto estuvo muy torero toda la tarde, con su primer enemigo el de Aguascalientes ofició con el capote entre bellas verónicas y gaoneras, iniciando su labor con la muleta con ajustados pases por la espalda que causaron el ole desde los tendidos, aunque falló con el acero Frausto dejó patente de sus avances en una corta pero firme carrera novilleril.
Lamentablemente el que cerró plaza fue un toro con complicaciones en la vista por lo que a pesar de la voluntad del hidrocálido, el lucimiento no llegó y hubo de conformarse con el cobijo de una afición que ve en él un firme prospecto.