La noche del pasado jueves, en la plaza "San Marcos" de Aguascalientes, se unieron el arte de la actuación, la música y el toreo: la Ópera Carmen, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes  y la participación del matador Arturo Macías, fueron la composición perfecta para la velada.

Hermosa lucía la plaza "San Marcos", que casi registró un lleno y entre luces, escenarios, música, grandes actuaciones y buen toreo se desarrolló un gran espectáculo promovido por el Instituto Cultural de Aguascalientes.
 
Llegado el último acto, por la puerta de cuadrillas salió vestido de blanco y plata, con remates negros, el torero nacido en esta tierra, Arturo Macías, que lidió un astado de San Isidro al que recibió con largas afaroladas de rodillas y, posteriormente, verónicas mecidas para rematar con suavidad.

Brindó la muerte del ejemplar a los actores principales de la Ópera Carmen: Solange Caignet, Rafael Negrete y Víctor Campos Leal. Luego, Macías eslabonó poco a poco una labor de reposo y entrega, contagiando al público que gusta del arte en todas sus expresiones.

La buenas embestidas de "Andaluz" le permitieron recrear momentos que tuvieron eco en el tendido. De fondo, la Orquesta Sinfónica interpretó la pelea de gallos, en lo que fue el clímax de una emotiva noche. Al final, recibió una oreja del astado de San Isidro, para dar la vuelta al ruedo acompañado de los artistas de la Ópera.

Posteriormente acompañó a los actores en el último acto junto con su cuadrilla y al término de la puesta en escena recibió las palmas y el reconocimiento del público, actores, directores y todo el equipo de la Ópera Carmen.