Tauromagia Mexicana ha cumplido diez años de existencia, una década de trascendente apoyo a lo jóvenes valores del toreo nacional y de un trabajo que se encuentra rindiendo frutos concretos en la baraja de nuestra patria.

Esta celebración no podía ser de otra manera, sino toreando. El matador Mario Aguilar y los novilleros Sergio Flores y Brandon Campos, tentaron tres becerras en la ganadería de Carranco, propiedad de Laura de Villasante, mientras que Arturo Saldívar fue un fiel espectador de las labores camperas, pues todavía no está en posibilidades de torear.

Y después, una agradable convivencia en la que los invitados compartieron el pan y la sal. Ahí estaba la cabeza de Tauromagia Mexicana, Julio Esponda, un hombre que tanto ha aportado a este proyecto y que ve la recompensa tras estos años de esfuerzo y trabajo arduo.

Tauromagia Mexicana nace en el año 2001, un proyecto impulsado por Enrique Martín Arranz y en el que se vieron también involucrados, además del propio Julio Esponda, personas como Miguel Valladares, Benigno Pérez Lizaur, Guillermo Treviño, Julio Alcocer y Manuel Villalvazo, entre otros tantos.

La idea de esta escuela, la de formar toreros, pronto se comenzó a ver cristalizada gracias a la fe de todas las personas que apoyaron el proyecto, así como a la confianza de las empresas para ir colocando en sus carteles a los jovenes prospectos de la institución y el apoyo por parte de muchos ganaderos, que invitaban a los muchados a tentaderos y les echaban toros para matar a puerta cerrada.

Importante también ha sido el apoyo de los ganaderos Fernando de la Mora, los hermanos Vaca, Benigno Pérez, Eduardo Martínez Urquidi y Arturo Jiménez Mangas, por mencionar solamente algunos criadores que han confiado en este proyecto, invitando a los muchachos en infinidad de ocasiones a sus fincas a tentar. Los maestros de la escuela han sido también de gran importancia; en este apartado se recuerda, entre otros, a Carlos Neila, en la primera etapa, y a Juan Cubero.

Uno de los hechos más sobresalientes de Tauromagia Mexicana ha sido el contacto para que los jóvenes alumnos pudieran también tener formación en España, esto gracias a Enrique Martín Arranz y el maestro José Miguel Arroyo "Joselito", en los primeros tiempos. Después se incorporaron Antonio Pedrosa y, hace poco tiempo, Fran Vázquez.

Desde hace siete años, el matador Mario Zulaica forma parte de la institución, y ha desempeñado muy variadas funciones, como ver los toros en el campo; arreglar todo lo referente a las corridas; acompañar a los toreros en el callejón, y muchas más. Mención especial merece Cristina Ortega, asistente de Julio Esponda, pues realiza una labor titanica ya que ella arregla los trámites de visados, está al pendiente de los contratos, permisos, teléfonos y demás.

Hasta el día de hoy, Tauromagia Mexicana ha llevado hasta la alternativa a toreros como Octavio García "El Payo", Mario Aguilar y Arturo Saldívar. Y sigue trababjando con el novillero Sergio Flores.

Han pertenecido a la escuela, en algún momento de su carrera, otros espadas como Víctor Mora, Oliver Godoy, Gerardo Adame, Manuel Pérez "El Canelo", Julio de la Isla y el banderillero Armando Ramírez "Bam Bam".

El que también ya está dentro de la institución es el novillero sin caballos Brandon Campos, que fuera alumno de la Escuela Taurina de Arganda del Rey, de la Fundación El Juli, y que el año que entra debutará con picadores.

La historia no termian tras estos diez años, pues los proyectos siguen adelante. Por ahora, como lo comenta Mario Zulaica, la idea es formar una nueva generación, estable y de la que también salgan sólidos prospectos para la tauromaquia del país.

Tauromagia Mexicana es, hoy día, uno de los proyectos de formación de toreros más importantes de la historia de México, quizá después de la primera escuela que formó Saturino Frutos "Ojitos", a principios del siglo XX, y de la que salió el legendario Rodolfo Gaona.