El matador de toros Gabriel España, de 75 años de edad, fue asesinado en días pasados en la ciudad de La Paz, Baja California, donde vivía desde hace algún tiempo, donde fue reportado como desaparecido el martes 8 de noviembre.

Su cadáver fue encontrado el 10 de noviembre en un terreno baldío ubicado en la calle de Pirata, esquina con Calle de los Constructores, en la colonia La Posada, después de que María Dolores Murillo Espinoza reportara el "hallazgo" a la policía.

La autoridad correspondiente detuvo a esta mujer, y a Carlos Humberto Ramírez Guerrero, como posibles autores materiales de este homicidio, luego de que las investigaciones tomaron su curso gracias al aviso que dio a la policía un amigo del matador, que había estado en contacto cercano con él en los últimos días.

Al parecer, el móvil del crimen fue para despojarlo de diversas pertenencias, y los dos detenidos que confesaron el homicidio se llevó a cabo el 25 de octubre, se les decomisaron varias tarjetas de crédito a nombre del matador, así como un par de telefónos celulares y una camioneta marca Chevrolet, modelo Trail Blazer, año 2005.

Gabriel Priede España, que era su nombre completo, nació en Córdoba, Veracruz, el 16 de marzo de 1937. Miembro de una familia acomodada, de origen español, cursó el primer año de Derecho y posteriomente se dedicó de tiempo completo a su gran afición: los toros.

Se vistió de luces por primera vez en el año de 1952 en Campeche. Debutó en El Toreo de Cuatro Caminos el 13 de julio de 1958, al lado de Raúl García y Tomás Abaroa, con novillos de Ayala. Y poco tiempo después formó pareja con Raúl García, y los dos se doctoraron la misma tarde del 2 de febrero de 1959 en la Monumental de Morelia, de manos de Luis Procuna, con toros de Torrecilla.

Confirmó su alternativa en la Plaza México en 1961, el 16 de abril, de manos de Fernando de los Reyes "El Callao", y llevando de testigo a Raúl García, con toros de la Viudad de Franco. Y en Las Ventas de Madrid hizo lo propio ese año, año en el que hizo una breve incursión en ruedos de España, presentándose en Barcelona, Palma de Mallorca, Gerona y San Feliú de Guixols, entre otras.

Su carrera tuvo marcados altibajos propiciados por diversas distracciones con actrices de renombre, como el romance que vivió con la famosa Lilia Prado, y tras no conseguir sus objetivos decidio retirarse.

En años recientes, su vínculo más directo con la fiesta de los toros fue cuando fungió como asesor del juez de plaza en el coso de Insurgentes. Desde aquí enviamos nuestras condolencias a su familia por este penoso hecho, que vuelve a poner de luto a la familia taurina tras la muerte del empresario Nicolás González Rivas, acaecida el jueves pasado.