Jesús Solórzano Pesado tomó la alternativa hace exactamente 55 años, el 25 de septiembre del año 1966, precisamente en la Monumental Barcelona, siendo así el último torero mexicano en recibir la borla de matador en una ciudad que siempre acogió con los brazos abiertos a la torería azteca.

Después de dos temporadas como novillero en España, en las que triunfó clamorosamente en distintas plazas de la importancia de Madrid, San Sebastián o la misma Barcelona, Chucho aceptó la oferta del empresario Pedro Balañá para doctorarse en la Feria de la Merced, la de más prestigio en al ciudad Condal.

El cartel de la ceremonia estuvo compuesto por Jaime Ostos y Fermín Murillo, con toros de la ganadería salmantina de Atanasio Fernández, que por aquella época gozaba de un gran prestigio. Curiosamente, hoy se celebra la última corrida de la historia de Cataluña.

La carrera de Chucho pasó por diversas etapas y altibajos, motivados, sobre todo, por el veto que el doctor Alfonso Gaona le impuso en la Plaza México, donde dejó de torear durante 14 años. Y fue precisamente en este coso en el que cuajó una de las faenas más inspiradas de su historia, la del famoso toro "Fedayín", de Torrecilla, que tuvo lugar el 14 enero de 1974.

El fino artista de dinastía, que en la actualidad cuante 69 años de edad, sigue demostrando que la torería es algo que no se aprende, sino que se lleva en las venas.